CHA considera que Huesca/Uesca debería de contar con un “mapa solar” para analizar la capacidad que tiene de producir energía

Sonia Alastruey, coordinadora de CHA-Uesca explica que “el objetivo final sería desarrollar una estrategia que permita cambios en la demanda energética, con un impacto inmediato en las emisiones locales, reduciendo las facturas energéticas de la ciudadanía, que dedicarán menos dinero a cubrir sus necesidades energéticas, y hará más competitivos a los negocios, industrias y servicios”

Desde CHA consideramos que Huesca/Uesca debería dar pasos más decididos en el compromiso contra el cambio climático con el objeto de conseguir una ciudad más saludable, sostenible y competitiva. La transición energética a una economía baja en carbono incluye tanto medidas de reducción de consumo y mejora de la eficiencia energética, como la promoción de generación de energía a partir de fuentes renovables. Tres cuartas partes de la energía mundial se consume en las ciudades, que producen el 80 % de las emisiones totales. Las ciudades deben adaptarse y beneficiarse de los cambios en las formas de generar, distribuir y consumir la energía. En este sentido, los entornos urbanos como el nuestro disponen de gran superficie en las cubiertas de los edificios para la generación de energía renovable distribuida, espacios que actualmente no tienen otro tipo de uso y ya están urbanizados.

Por todo ello el Ayuntamiento de Huesca debería de contemplar dentro de la Estrategia de Transición Energética y Cambio Climático 2030, que un porcentaje importante del consumo de energía provenga de fuentes renovables, y para ello se debería por empezar por realizar un diagnóstico energético de Huesca/Uesca, para poder radiografiar a la ciudad en este ámbito y conocer que porcentaje de energía se consume anualmente de productos derivados del petróleo, de gas natural, de energía eléctrica, de carbones y de fuentes renovables. Todo ello por sectores, transportes, consumo residencial, industria, comercio y servicios, y administración y servicios públicos.

Con ese objeto se debería desarrollar un Mapa Solar de Huesca/Uesca para conocer la capacidad que tiene nuestra ciudad de generar energía eléctrica con instalaciones solares fotovoltaicas colocadas en cubiertas de edificios.

Un Mapa Solar es un análisis del potencial para producir energía fotovoltaica (eléctrica) y energía solar térmica, de acuerdo con la radiación solar recibida. Como resultado, para cada cubierta de edificios tanto residenciales, como industriales o de servicios, se debe ofrecer información sobre el área disponible para la instalación fotovoltaica o térmica, la potencia fotovoltaica de instalación y el potencial de generación de energía eléctrica y térmica mensual y anual.

Estamos hablando de un documento que nos ofrecería información para facilitar la planificación energética a nivel técnico o político y para tratar de facilitar la toma de decisiones a nivel particular (empresas, ciudadanía) y así acelerar el despliegue de estas tecnologías en la ciudad. Una información fundamental para el análisis de amortización de la instalación porque nos permitiría comparar el consumo que se realiza con la energía que se puede producir en esa cubierta o tejado.

Sonia Alastruey, coordinadora de CHA-Uesca, explica que “el objetivo final es desarrollar una estrategia que permita esos cambios en la demanda energética, con un impacto inmediato en las emisiones locales y, por tanto, reduciendo el cambio climático en la ciudad, reduciendo las facturas energéticas de la ciudadanía, que dedicarán menos dinero a cubrir sus necesidades energéticas, y hará más competitivos a los negocios, industrias y servicios”.



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