CHA considera que los PGE-2015 son miserables para las comarcas del Pirineo Aragonés

Para José Ramón Ceresuela, Secretario Territorial de CHA, “una vez analizados los Presupuestos Generales del Estado para el 2015, lo peor no solo son las cifras que se incrementan un 7 % menos que la media estatal, dejando en evidencia a la Presidenta de Aragón, lo peor son las prioridades que marcan que poco tienen que ver con las reivindicaciones y demandas de la sociedad aragonesa y de las propias Cortes de Aragón”.

Especialmente sangrante es el caso de las comarcas pirenaicas. Si hablamos de la línea ferroviaria de Canfranc, frente a los 103 millones que se van a invertir en Francia en el tramo Olorón-Bedous, el Gobierno de España compromete tan solo 100.000 para la reapertura de la línea internacional y 2 M para el acondicionamiento de una línea que se cae a trozos.

Igual camino llevan los tramos pendientes de acondicionamiento de la N-260 (Eje Pirenaico). En Sobrarbe los 14 kilómetros entre Fiscal y Túneles de Valupor seguirán siendo un embudo porque para un proyecto de acondicionamiento que cuesta 8.456.160 euros, solo se destinan 100.000 euros. Igual cifra para el acondicionamiento del tramo de 18,2 kilómetros entre Campo y Castejón de Sos y el Congosto de Ventamillo, y el tramo Castejón de Sos-Pont de Suert, 0 euros. Para José Ramón Ceresuela, “es significativo que para estos dos tramos ribagorzanos aparezca una cifra poco mayor a la que cobra el diputado de Benásque, Manuel Mora, por levantar la mano en el Congreso”. A todo ello hay que sumar la falta de partidas para la carretera ribagorzana N-230, pese a sus datos de siniestrabilidad, para cuya conversión en A-14 solo hay partidas testimoniales un año más para redacción de proyectos.

En cuanto a la comunicación que tiene que dar continuidad a la N-260 hacia Navarra, la A-21, tan solo hay partidas para dos tramos, ni siquiera se reanudarán las obras en los 7,2 kilómetros entre Santa Zilia-Puente La Reina, que se retrasa hasta 2017 y nada se dice de licitar los tramos entre Tiermas y Sigües, Puente La Reina-límite con la provincia de Zaragoza o Jaca Oeste-Jaca Norte. En lo referente a la A-23, podemos decir que pese a ser el único eje que cuenta con partidas importantes, tardaremos con este ritmo inversor, al menos 10 años en verla acabada hasta Sabiñánigo, y respecto a la N-330 entre Jaca y Somport, nada para las variantes de Castiello y Villanúa.

Ni un euro para el Plan de Restitución de Jánovas, eso si, casi 14 millones para el pozo sin fondo en el que se ha convertido una obra que supone incidir en el expolio del Pirineo, el recrecimiento de Yesa.

En cuanto al patrimonio, tan solo la ciudadela de Jaca, y la Catedral de Jaca cuentan con partidas para restauración, nada para el riquísimo y necesitado patrimonio de Alto Gállego, Sobrarbe o Ribagorza.

Por ello desde CHA consideramos estos presupuestos como “una claudicación del Gobierno de Aragón frente al Gobierno de España”, afirma José Ramón Ceresuela, Secretario Territorial de CHA.



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