CHA quiere que las Cortes de Aragón rechacen los dos proyectos de interconexión de alta tensión a través del Pirineo Aragonés

La Comisión Europea ha anunciado un plan de inversiones de hasta 300.000 millones para energía e interconexiones eléctricas. Por su parte, el presidente del Gobierno de España ha confirmado que va a respaldar y ejecutarlos con rapidez los dos proyectos propuestos por la empresa Red Eléctrica Española, las líneas entre Sabiñánigo-Marsillón y Monzón-Cazaril.

Para Joaquín Palacín, diputado en las Cortes de Aragón, “estos proyectos expolian e hipotecan nuestro territorio, y una vez más no vamos a quedarnos de brazos cruzados comprobando como se pretende utilizarnos para algo que no supone ningún beneficio, sino todo lo contrario, una agresión a nuestra riqueza natural y a nuestro desarrollo”.

Las asociaciones de defensa de la tierra, los ayuntamientos, las comarcas afectadas e incluso las Cortes de Aragón ya se han pronunciado en repetidas ocasiones contra proyectos similares; estamos ante una reedición de aquellos viejos proyectos con ligeras variaciones, por lo que queremos que este jueves las Cortes de Aragón se opongan a la aprobación de estos dos proyectos de interconexión eléctrica de alta tensión para que el Gobierno de Aragón se dirija al Gobierno de España manifestando su total desacuerdo.

“Llevamos 25 años batallando y consiguiendo paralizar los diferentes proyectos de alta tensión, Aragón-Cazaril, Graus Sallente y Peñalba-Monzón-Isona, y una vez más vuelven a la carga, Red Eléctrica de España de la mano del Comisario de Energía y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete y del Ministro José Manuel Soria, el defensor del oligopolio, el que se carga las renovables, y que permite que tengamos la electricidad más cara de Europa”, ha denunciado Palacín.

Palacín ha recordado que Aragón produce mucha más energía que la que produce, por lo que no debemos de sufrir una vez más este tipo de hipotecas, y ha lamentado que una vez más los aragoneses y aragonesas tenemos que dedicar esfuerzos en defendernos de amenazas, en vez de en construir, “queremos inversiones para desarrollarnos, no para hipotecar nuestro futuro”.



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