CHA reclama a Rajoy que actúe ante el futuro de la central térmica de Andorra y de las comarcas mineras aragonesas

CHA considera necesario que el Gobierno de Rajoy adopte medidas para trabajar en paralelo tanto sobre las decisiones en cuanto al futuro de la central térmica, clave para la transición justa, como también sobre el establecimiento de un modelo económico sostenible, como alternativa viable para las comarcas mineras aragonesas. 

De este modo, José Manuel Salvador, consejero de CHA en la comarca de Andorra-Sierra de Arcos, indica que desde Chunta Aragonesista proponemos garantizar el funcionamiento de la central térmica de Andorra hasta 2025, fecha de cierre definitiva en cuanto a la quema de carbón (posteriormente la instalación puede declararse en reserva y valorar si puede ser válida para otros usos…). Y establecer ya, con la participación de todas las partes implicadas, administraciones públicas y agentes sociales, un plan de reactivación económica de las comarcas mineras 2018-2025 para garantizar la transición justa hacia una economía baja en emisiones, apostando por modelos de gestión innovadores que superen a los actuales y sustituyan a la Mesa de la Minería y a los actuales procedimientos de concesión de ayudas, que han demostrado su falta de eficacia para afrontar el reto de la reconversión. 

Recordamos que el pasado día 15 de septiembre concluía el plazo del periodo de consulta pública previa a la aprobación del “Proyecto de Real Decreto por el que se Regula el Procedimiento de Cierre de las Instalaciones de Generación Eléctrica”, que tenía como objetivo recabar la opinión de las personas y entidades potencialmente afectadas por la norma proyectada, de acuerdo con el artículo 26.2 de la Ley 50/1997, de 27 de noviembre, del Gobierno de España. 

Por este motivo, desde Chunta Aragonesista, presentamos sendas aportaciones durante este periodo abierto a información pública que pasan por mantener la central térmica de Andorra totalmente operativa hasta 2025 (después podría ser una instalación en reserva) y apostar por una transición justa inmediata, olvidándonos del carbón como combustible a corto plazo. El futuro está en el impulso a los nuevos proyectos de energías renovables y en la implantación de formación especializada en ese sector (proyectos donde también pueden participar de forma directa las empresas concesionarias de las explotaciones de carbón y la central térmica), en la finalización del proyecto de elevación de aguas del Ebro, que favorecería la implantación de empresas en la zona y fortalecería el sector agroindustrial, o en impulsar los proyectos de fibra óptica en los polígonos industriales de la localidad… Recordamos que son reivindicaciones también demandadas desde el propio tejido empresarial. 

Y todo ello con el telón de fondo de la necesidad del nuevo Plan del Carbón –el actual finaliza en el 2018-, para el que pedimos una manera de gestionarlo diferente, con un plan de reactivación económica consensuado en su realización y con la integración de todos los sectores económicos en su gestión. 

En definitiva: Facilitar el cierre, sin haber establecido todo un plan alternativo económico sostenible para la zona, es, a juicio de CHA, condenar a las comarcas mineras aragonesas a la destrucción de su tejido productivo y a la despoblación.




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