CHA reclama un impulso hacia “valores de laicidad” en las instituciones públicas aragonesas

CHA considera necesario un compromiso de las instituciones públicas aragonesas para seguir avanzando hacia la laicidad. Jorge Marqueta, presidente del Ligallo de Redolada CHA-Zaragoza: “La laicidad es un principio fundamental de la convivencia democrática. Tal principio exige a los poderes públicos neutralidad y, consecuentemente, el establecimiento de modelos de comportamiento institucional alejados de la identificación con las diferentes confesiones. Por este motivo creemos necesario seguir avanzando en este camino “. 
Tales postulados, a juicio de CHA, conllevan un compromiso público en la construcción de una sociedad de hombres y mujeres iguales y libres, desde el respeto por las creencias religiosas de cada persona, pero también desde el convencimiento de que tales creencias deben permanecer en la esfera de lo privado. O, lo que es lo mismo, que no deben trascender a la actividad pública o institucional, por respeto a la pluralidad de creencias y opiniones religiosas. 
Es decir el ámbito de la representación pública es reflejo directo de la diversidad que caracteriza a las sociedades modernas, como la aragonesa. Es más, la actividad institucional es un ámbito compartido, común y que afecta directamente a personas de todos los credos y de muy diversas formas de pensar. Por ello debe estar gobernada y presidida por principios y valores de laicidad, dado que son los únicos que garantizan de verdad la igualdad y el respeto a toda la ciudadanía y a sus diversas creencias. 
CHA, desde el convencimiento de que la separación real y efectiva entre las instituciones públicas y las confesiones religiosas constituye una vía decisiva para ejercer las libertades, y de que, en consecuencia, es necesario avanzar haciala laicidad institucional, considera necesario dar muestras en pro de la laicidad institucional, en tanto que reflejo público de neutralidad real y respeto por las diversas creencias religiosas. Para ello, al menos se considera necesario avanzar en estos aspectos: 
1.- Exigir que en los actos públicos y en las dependencias institucionales se respete el principio de aconfesionalidad. 
2.- Garantizar la libertad de conciencia individual y la independencia efectiva del Estado con respecto a cualquier confesión religiosa o ideología particular, asegurando la neutralidad ideológica de las administraciones públicas. 
3.- Proponer la derogación inmediata de los Concordatos suscritos por el Estado español con la iglesia católica, a fin de garantizar la laicidad del Estado, así como suprimir todos los privilegios de la iglesia católica y el resto de confesiones religiosas, en particular lo relativo a beneficios y exenciones fiscales. 
4.- Exigir una explotación y uso público de los edificios artísticos propiedad de confesiones religiosas rehabilitados con fondos públicos. 
5.- Revisar el tratamiento de la religión y sus símbolos en la enseñanza de acuerdo con las competencias que nos confiere el Estatuto de Autonomía en esta materia, con el objetivo de eliminar la asignatura de religión del currículo escolar. 
6.- Promover que aquellas celebraciones y ceremonias públicas en las que participen sus miembros, en su condición de cargos públicos, sean aconfesionales.


Ir al contenido