CHA reclama una apuesta decidida por “una transición ecológica distribuida y justa” tras el éxito de la manifestación celebrada en Madrid

José Manuel Salvador, secretario territorial de CHA en las comarcas turolenses, pide a las instituciones involucradas que tomen nota de la gran participación y defiendan el interés territorial, ambiental y social frente a los beneficios empresariales

Chunta Aragonesista ha participado en la manifestación celebrada este sábado en Madrid promovida por Aliente (Alianza Energía y Territorio) y la Plataforma en Defensa de los Paisajes de Teruel, para reclamar una transición ecológica justa y un modelo energético con respeto a los territorios, las economías locales y la biodiversidad.

La representación de CHA ha estado encabezada por José Manuel Salvador, secretario territorial de CHA en las comarcas turolenses, Javier Carbó, vicesecretario territorial, Marco Negredo, secretario de Cultura e Identidad Nazional, Ignacio Belanche, presidente de CHA-Matarraña/Matarranya, Antonio Rodríguez, presidente de CHA-Cuencas Mineras, y Chusé Inazio Felices, presidente del Ligallo de Emigración de CHA en Madrid.

“Todas las instituciones involucradas deben tomar nota de la gran participación de la manifestación de hoy. Defendemos las energías renovables, pero el modelo que se plantea desde el oligopolio eléctrico está generando mucha preocupación en el medio rural debido a la proliferación de numerosas centrales eólicas y fotovoltaicas de grandes dimensiones donde hasta ahora los usos del territorio eran diferentes, generando tensión e incompatibilidades”, ha señalado Salvador.

CHA defiende una transición energética que haga protagonistas a los habitantes del territorio y no les convierta en rehenes de un sistema de producción centralizada que anteponga el beneficio empresarial al interés territorial, ambiental y social. Para Salvador, “hay que planificar adecuadamente la instalación de la energía renovable dando seguridad jurídica a los municipios y apostando también por la generación distribuida y las comunidades energéticas locales, generadoras de empleo y riqueza para los pueblos sin necesidad de convertir multitud de paisajes en polígonos metalizados por todas las comarcas de Aragón”.

Por su parte, Ignacio Belanche considera que “el debate está en la planificación y el modelo, no en si las renovables son buenas o malas. Si el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima plantea como objetivo 50.000MW de renovables hasta 2030, ¿por qué llevamos tramitados más de 180.000MW en el conjunto del Estado? ¿Dónde está la planificación de zonas aptas y capacidades de carga? Esta situación genera una gran presión sobre el territorio y sus habitantes”. “Y respecto al modelo, ¿no sería más apropiado combinar los modelos de grandes centrales renovables con generación distribuida y adaptación de los espacios ya antropizados para producir energía a pequeña escala en los territorios rurales?”, ha finalizado.



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