Finalizan las obras en la fachada y tejados de la iglesia de Muniesa

La Dirección General de Vivienda y Rehabilitación y Suelo y Vivienda de Aragón ha recibido las obras de “Arreglo de fachadas y tejados de la Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora” de Muniesa. Se trata de una de las obras contempladas en el FITE de 2016 con una inversión total en la iglesia de la Asunción de Nuestra Señora de 96.334,62€ (IVA no incluido). Los trabajos comenzaron en mayo de 2017 y han tenido una duración de 4 meses. 

La directora general de Vivienda y Rehabilitación, Mayte Andreu, ha explicado que se trata de una “intervención llevada a cabo con cargo al FITE 2016 ha tenido como objeto principal la restauración de la portada de la iglesia, de piedra y ladrillo cerámico macizo, sobre el que aparecen esgrafiados de yeso en blancos y grises”. 

La portada había perdido gran parte de los elementos que conformaban los esgrafiados como consecuencia de encontrarse en el exterior, el ascenso de humedad por capilaridad, la acción humana y la deficiente evacuación del agua procedente de la cubierta. Mayte Andreu ha señalado que para impedir nuevas humedades “se ha instalado un sistema de electroósmosis pasiva para corregir el ascenso de humedad por capilaridad”. 

Se ha realizado una limpieza general previa de la fachada, la preconsolidación y limpieza de los diferentes elementos (piedra, ladrillo, yeso tallado, esgrafiados y enlucidos), y la consolidación posterior de los mismos. Se ha realizado a su vez la reintegración volumétrica de aquellos elementos necesarios para la estabilidad de la obra. 

La actuación en cubierta ha ido encaminada a corregir los problemas de infiltración de agua, procediendo a la reparación de aquellas áreas donde se detectaron problemas de humedad, y añadiendo elementos de cobertura inexistentes en varias partes del alero. 

Por último se ha actuado en el contrafuerte situado a la izquierda de la portada, de ladrillo macizo en las esquinas y planos laterales y de mampostería de piedra caliza en su eje frontal vertical, que presentaba pérdidas de varias de las piezas de mampostería así como una fuerte pérdida de altura en su remate superior, en el que faltaban parte de su volumen, la cornisa y el remate de teja árabe; el contrafuerte ha sido reintegrado en su totalidad, tomando como modelo el simétrico situado al lado derecho de la portada, que conserva su geometría original. 

El edificio, suma de varias etapas constructivas, inició sus obras en el siglo XIV con un templo mudéjar de reducidas dimensiones a las que se añadirían algunas capillas y la torre a lo largo del siglo XVI. En el siglo XVII fue derribada la nave anterior para edificar sobre ella el grueso de la nueva planta, siendo la portada levantada a finales de ese siglo, como frontispicio de un atrio cubierto. En el siglo XVIII se añadiría el último cuerpo de la torre y la sacristía aneja a la Iglesia. Ya en el siglo XX sufrió importantes reformas tras la Guerra Civil, como la construcción del coro, la redecoración interior o la restauración de la torre mudéjar.




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