08 Oct Jorge Pueyo pone el foco de la negociación presupuestaria en las autovías aragonesas pendientes
«Ante el abandono histórico de las carreteras de Aragón por parte de PSOE y PP, me comprometo a que en estos Presupuestos exigiremos al Ministerio lo que es justo desde hace décadas: que se ejecuten ya los tramos pendientes de la A-21, A-22, A-68 y N-260 y que se impulse la nueva A-25».
«Somos conscientes de que algunas obras podrán completarse en meses e inaugurarse el año que viene y que otras tardarán algo más. Pero la sociedad aragonesa queremos ver obras terminadas y máquinas trabajando ya, sin más demoras, sin más excusas. Ese es nuestro objetivo y, junto con el ferrocarril, una de nuestras mayores prioridades donde vamos a poner el foco en la negociación de los PGE para 2025».
Nota de Prensa, 8/10/2024. Esta mañana, Jorge Pueyo, diputado de CHA por la coalición Sumar y portavoz adjunto del Grupo Plurinacional Sumar, ha comparecido ante los medios acreditados en el Congreso para presentar varias proposiciones no de ley en las que propone ejecutar sin más demora los tramos pendientes de las autovías A-21, A-22 y A-68 y la N-260, acelerando las licitaciones y la culminación de las obras para posibilitar su puesta en servicio cuanto antes. Ha recordado que se trata de autovías intermitentes, que se convierten en cuellos de botella y en puntos de riesgo para la seguridad vial, a pesar de que se encuentran recogidas en el Plan de Infraestructuras, Transporte y Vivienda 2012-2024 (PITVI).
«De norte a sur, empecemos por la autovía de los Pirineos: La autovía A-21 Jaca-Pamplona, con el objetivo de comunicar transversalmente Navarra y Aragón, figura en los Presupuestos Generales del Estado desde 2005. En la actualidad la A-21 es una autovía sin continuidad, intermitente, que se encuentra en servicio en unos tramos sí y en otros no y pierde una cantidad de tiempo… Uno llega de Nafarroa a Aragón y no hacen falta carteles de bienvenida porque el estado de la carretera ya te lo hace saber. Mientras que los seis tramos navarros, ejecutados por la Comunidad Foral de Navarra, están en servicio desde 2012, en la comarca aragonesa de la Jacetania se continúa esperando una ejecución que es competencia del Ministerio. Es el problema de tener que pedir las infraestructuras a Madrid y no poder hacer como Navarra y poder atender desde Aragón a las necesidades de Aragón», ha denunciado Pueyo.
En concreto, quedan aún tres tramos pendientes de ejecutarse: el tramo entre Tiermas y Sigüés (6,6 km), el tramo entre Fago y Puente la Reina de Jaca (11,6 km) y el tramo Jaca Oeste-Jaca Norte (4,9 km). Solo el primero se encuentra en obras, mientras los otros dos después de 20 años siguen pendientes de la licitación tras haber revisado y actualizado los proyectos.
Después se ha referido a la autovía A-22 Uesca-Lleida, con el objetivo de comunicar el Alto Aragón y Cataluña: «Figura en los Presupuestos Generales del Estado desde 2005 y se han ido poniendo en servicio los diversos tramos a medida que se completaban, entre 2008 y 2012. En la actualidad el único tramo pendiente, de 12,8 km, es el que debe unir Siétamo con la ciudad de Uesca, donde se conectaría con la A-23 (la autovía Mudéjar, que comunica las tres capitales de provincia aragonesas). Con declaración de impacto ambiental favorable desde 2008, sucesivos gobiernos centrales tanto del PP como del PSOE han permitido la sucesión y acumulación de retrasos. Adjudicada en junio de 2018 y con un plazo de ejecución de 36 meses, la obra debería haberse completado hace ya tres años; sin embargo, ha sufrido nuevos retrasos atribuibles a dos modificados. La imagen de una autovía cuyo final son unos campos sembrados ha trasladado a la sociedad oscense un mensaje de abandono y olvido al que se debe poner fin cuanto antes. Y es que hablamos de una obra vital para la ciudad de Uesca y para todo el Alto Aragón, que permitirá mejorar la movilidad y la seguridad de los numerosos vehículos que circulan entre la A-22 y la A-23, así como corregir el hándicap que supone para el desarrollo socioeconómico de este territorio el actual cuello de botella en el acceso a Uesca. Una obra vital que nos tiene atormentados desde hace 20 años a toda la zona Oriental del Altoaragón».
Aunque no es una autovía, el diputado aragonés ha afirmado que resulta «imprescindible completar el Eje Pirenaico (la carretera nacional N-260) que comunica Sabiñánigo con Portbou. En la actualidad tiene dos tramos pendientes de acondicionamiento en la provincia de Huesca: 1º) En Ribagorza entre el Congosto de Ventamillo y la localidad de Campo, de 12 km, que alterna la apertura al tráfico con períodos de interrupción por continuación de las obras, y la situación es tan crítica hasta el punto de que los camiones tienen que avisarse por radio para no cruzarse; y 2º) En Sobrarbe entre Fiscal y los túneles de Balupor, de casi 13 km, donde aún no han comenzado las máquinas a trabajar. Este último tramo se trata de una actuación imprescindible por razones de seguridad, pues se suceden los atascos, sobre todo en verano, así como las maniobras marcha atrás para facilitar el paso a vehículos pesados que, a la hora de trazar las curvas, se ven obligados a invadir el carril contrario. Si a alguno de ustedes les da miedo ir marcha atrás imagínenselo esto con el desfiladero del rio Ara de 300 metros debajo. El riesgo se incrementa cuando el autobús escolar, que utiliza esta vía diariamente, se cruza con un camión u otro vehículo de grandes dimensiones, al no caber de manera simultánea por algunos tramos de la carretera».
En el tramo Fiscal-Balupor, que está a punto de desbloquearse, Jorge Pueyo considera que «debe aprovecharse para construir un puente sobre el río Ara para que los habitantes de Jánovas puedan estar comunicados. Se trata de un pueblo que, tras décadas amenazado por un embalse que nunca se construyó, está siendo recuperado por sus vecinos y al que la administración que echó a sus últimos habitantes por la fuerza hace medio siglo les debe como mínimo condiciones de vida en dignidad. La ausencia de un puente que dé acceso a la N-260 obliga a los vecinos a circular por una pista forestal y dar un rodeo de 40 minutos. En esas circunstancias, cualquier visita al médico por un caso grave puede resultar trágica».
A continuación, ha recordado la situación de la autovía A-68, denominada Autovía del Ebro, que debe comunicar La Rioja, Navarra, Aragón y el País Valencià, mediante el desdoblamiento de la N-232: «Salvo los tramos competencia de la Comunidad Foral de Navarra, ya finalizados y en servicio desde entre 2002 y 2008, los tramos restantes están teniendo una ejecución desigual y han presentado retrasos por diversas causas, incluso con la intención reconocida de reducir el déficit público en tiempos del presidente Rajoy. En el caso aragonés, se encuentran en obras el subtramo Mallén Este-Mallén Oeste, de apenas 5 km, y el tramo El Burgo de Ebro-Fuentes de Ebro, de 17,4 km (en los Presupuestos del Estado desde 2010), que no deberían acumular más demoras. Quedan pendientes y en distintas fases de tramitación los tramos entre Fuentes de Ebro, Quinto, Azaila, Híjar, El Regallo, Alcañiz y Ventas de Valdealgorfa, de un total de 88 km, así como su prolongación hasta Vinaròs en la costa mediterránea (110 km). Se trata de una reivindicación histórica de la provincia de Teruel, cuando esté completamente en servicio supondrá una mejora evidente de la seguridad vial y un impulso para las comunicaciones entre el Norte de la península, el Valle del Ebro, el Bajo Aragón y el País Valencià. No olvidemos que la N-232 sin desdoblar es la carretera con mayor siniestralidad de la provincia de Teruel. Además, la A-68 debe contribuir a crear un sistema mallado de infraestructuras, con el objetivo de superar el tradicional sistema radial que tanto ha perjudicado a la estructura territorial de la periferia peninsular».
Finalmente, Pueyo ha recordado también la reivindicación aragonesa en relación con la carretera N-211 entre Alcolea del Pinar (provincia de Guadalajara) y Monreal del Campo (comarca del Jiloca, provincia de Teruel), que conecta la A-2 con la A-23. «Su conversión en autovía, con la denominación de A-25, ya se recogía en el PITVI 2012-2024, con el objetivo de corregir la larga ausencia de inversiones en infraestructuras y la consiguiente inaccesibilidad que sufre la provincia de Teruel, que apenas cuenta con carreteras de alta capacidad y que, de hecho, todavía es la única provincia española sin conexión directa por autovía con Madrid. Porque el Ministerio ha descartado en varias ocasiones un proyecto como la A-40 Teruel-Cuenca por motivos técnicos, proponemos esta A-25 para los turolenses consigan conexión por autovía cuanto antes. En la actualidad en varias reuniones que hemos tenido con el Ministerio de Transportes se nos informa de que se está realizando un nuevo estudio informativo que contempla varias alternativas: autovía o una carretera 2+1. Aunque el estudio aún no está acabado, el subdelegado del Gobierno español en Teruel también anunció el pasado 16 de abril que todo apunta a la opción de una carretera 2+1, llegando a reconocer que “en su momento ya se decidió que la mejor alternativa era una carretera 2+1”, desvelando que la decisión ya se habría adoptado antes de abordar la realización del estudio. Tal anuncio ha supuesto un jarro de agua fría para las expectativas despertadas en la sociedad turolense desde hace al menos 15 años. Recogiendo la unanimidad de las instituciones aragonesas, vamos a defender la conversión en autovía A-25 de esta carretera N-211 entre Alcolea y Monreal».
El portavoz adjunto de Transportes del Grupo Plurinacional Sumar ha concluido resumiendo su intervención: «Ante el abandono histórico de las carreteras de Aragón por parte de PSOE y PP y como sufridor de ese abandono de autovías y carreteras nacionales, me comprometo, con todos los aragoneses y aragonesas y conmigo mismo, a que en estos Presupuestos Generales del Estado exigiremos al Ministerio de Transportes lo que es justo hace décadas: que se ejecuten ya los tres tramos de la autovía A-21 Chaca-Pamplona; acabar en 2025 la A-22 Uesca-Lleida en Siétamo; acelerar la ejecución del Eje Pirenaico (N-260) en sus dos tramos: que en septiembre sea el último corte en el Congosto del Ventamillo y que en el tramo que Balupor-Fiscal veamos máquinas trabajando de una vez. La autovía A-68 ha sido olvidada por gobiernos de PP y PSOE y vemos con rabia cómo no termina de despegar como si faltara voluntad política para arrancar su tramitación, por ello exigiremos que se acabe ya el tramo de Mallén y que se tramiten sin más retrasos los tramos entre Fuentes de Ebro, Quinto, Azaila, Híjar, El Regallo, Alcañiz y Ventas de Valdealgorfa. Y dado que el Ministerio rechaza por todos los medios y por motivos técnicos la A-40, somos conscientes de que los turolenses necesitan una conexión ya y por ello optamos por convertir la N-211 entre Alcolea del Pinar y Monreal del Campo en una autovía, la A-25».
«Somos conscientes de que algunas obras podrán completarse en meses e inaugurarse el año que viene y que otras tardarán algo más. Pero la sociedad aragonesa queremos ver obras terminadas y máquinas trabajando ya, sin más demoras, sin más excusas. Ese es nuestro objetivo y, junto con el ferrocarril, una de nuestras mayores prioridades donde vamos a poner el foco en la negociación de los PGE para 2025», ha afirmado Pueyo finalmente.