Esta denuncia se suma a la iniciativa parlamentaria impulsada por Isabel Lasobras, Secretaria General de CHA y Portavoz en la Comisión de Sanidad de las Cortes de Aragón, en la que se pregunta al Gobierno de Aragón qué medidas urgentes piensa adoptar para garantizar una atención médica digna y continuada en la residencia, así como para aliviar la carga de trabajo de los profesionales del centro de salud de Borja.

“Desde hace meses, nuestros mayores en la residencia han pasado de recibir atención médica diaria, de lunes a viernes, a visitas puntuales de apenas una hora al día. Esto está provocando una clara merma en la calidad asistencial que reciben, en muchos casos personas con alta dependencia o enfermedades crónicas que requieren seguimiento médico presencial”, han explicado Chamorro y Andía.

Ambos han denunciado que “esta medida no solo deteriora la atención a los residentes, sino que además está generando una sobrecarga inasumible para los equipos del centro de salud, que ya trabajan al límite para atender al conjunto de la población”.

De este modo, CHA ha pedido al Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón que actúe “de forma inmediata” y devuelva la atención médica presencial diaria a la residencia, tal como se venía prestando antes de abril. “La atención médica a nuestros mayores debe ser una prioridad en un sistema sanitario público que garantice dignidad, equidad y continuidad asistencial, vivan donde vivan y estén en la situación que estén”, han recalcado.

Desde CHA se advierte de que no se puede seguir dejando de lado a las personas más vulnerables ni sobrecargando a los profesionales de la sanidad pública. “Es una cuestión de humanidad, de justicia social y de buena gestión de los recursos públicos”, concluyen Chamorro y Andía.

El bienestar y la visibilidad de nuestros mayores debe ser nuestra ocupación y nuestra preocupación. Este debe ser uno de los aprendizajes de la pandemia que aún estamos sufriendo.

Se cumplen, ahora, 19 años de la cesión, por parte del Ayuntamiento de Sabiñánigo, de la gestión de la Residencia de Mayores “Alto Gállego” a la empresa Vitalia, cuyo contrato expira al final del presente 2022, y después de mantener conversaciones con familiares de usuarios y extrabajadores, el balance que debemos hacer no resulta positivo, más bien todo lo contrario. Sin entrar en los detalles, ni querer profundizar en los casos particulares, ni en la gestión de la pandemia, hemos llegado a la conclusión de que una mejor gestión es posible e imprescindible. Se necesitan más medios, mejor calidad de empleo y, sobre todo, una mayor transparencia.

Desgraciadamente el Equipo de Gobierno municipal no ha mostrado interés en realizar un estudio sobre la calidad del servicio de forma periódica consultando a todas las partes interesadas, pero los informes existentes muestran satisfacción de los usuarios y sus familiares especialmente por la atención recibida por parte de las trabajadoras, pero a la vez reclaman un aumento del número de personas que les atienden para rebajar la carga de trabajo.

En un servicio tan fundamental la inspección juega un papel fundamental para hacer cumplir lo estipulado por las leyes y los contratos particulares de cada residencia, y para ello es necesario llegar, como mínimo, a inspeccionar cada residencia de mayores una vez al año, para lo cual es imprescindible aumentar la plantilla del servicio de inspección.

Aunque sabemos, no somos ingenuos, que sólo una gestión pública no garantiza un funcionamiento perfecto, es la apuesta clara de nuestra formación política. De hecho, la gestión pública de servicios esenciales como la educación, la sanidad y los servicios sociales es una reivindicación no sólo nuestra, si no también demandada por amplios sectores de la sociedad y con este objetivo y afán, Chunta Aragonesista se ha sumado a todas las convocatorias en defensa de una sanidad y servicios sociales públicos y contra las externalizaciones.

Respecto al caso particular de la Residencia “Alto Gállego”, apostamos por un sistema de participación pública compartida entre el Ayuntamiento de Sabiñánigo y el Departamento de Ciudadanía y Servicios Sociales, ya que parece de sentido común que en lugar de proporcionar beneficios a empresas de dudosa financiación, se apueste por una gestión cercana, transparente y un empleo de calidad. Para conseguir este objetivo nos gustaría creer que el Ayuntamiento de Sabiñánigo está realizando las gestiones oportunas ante el Gobierno de Aragón para conseguir su implicación.

Para acabar no me quiero olvidar de esos otros mayores que necesitan de los cuidados a domicilio, tarea que desde la Comarca Alto Gállego se ejerce con una gran eficacia y que conviene no sólo mantener si no incluso reforzar. Unos y otros se merecen la máxima atención por parte de las administraciones. Hágase.