Visita a la rehabilitación de la Iglesia de San Francisco en Teruel

Visita a las obras de rehabilitación de la Iglesia de San Francisco en Teruel

 

Soro ha destacado la labor de colaboración institucional para llevar a cabo estas obras en esta joya gótica excepcional dentro del patrimonio mudéjar de Teruel. En estas fases se invierten 485.000 euros cofinanciados a través del FITE y supone una inversión total de 970.000 euros.

 

El consejero de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda, José Luis Soro, ha visitado lsa obras de rehabilitación que se están llevando a cabo en la iglesia de San Francisco de Teruel y que están cofinanciadas a través del FITE. La fase 3 y 4 de las obras, que se desarrolla en estos momentos, terminará el próximo mes de junio y supondrá una actuación destacado que “incluyen los trabajos necesarios para renovar la pavimentación interior de la iglesia, la instalación de un sistema de calefacción por suelo radiante con caldera de gas, la restauración de la parte inferior de los muros interiores y la restauración de vidrieras y tracerías de piedra que las contienen”. El consejero ha estado acompañado en la visita por la directora general de Vivienda y Rehabilitación, Verónica Villagrasa, y por el director provincial del departamento de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda, Ignacio Belanche.

En esta fase se invierten un total de 485.000 euros. El importe total de la inversión, sumando las otras fases, es de 970.000 euros “que reflejan el compromiso con este edificio que supone “el único monumento representativo del gótico mediterráneo en Teruel. En las primeras fases se desarrollaron labores urgentes para la consolidación de cubiertas, cornisas, sellado de grietas, consolidación de elementos puntuales”.

Tal y como ha señalado el consejero “se actuó para resolver problemas de humedades en muros, restaurar las portadas principal y lateral, labradas en piedra y se intervino en vidrieras de la fachada principal”.

La iglesia del Convento de San Francisco fue construida entre 1392 y 1492, con nave única rectangular sin crucero, rematada por un ábside poligonal en su cabecera, respondiendo a las características del denominado gótico mediterráneo con nave única, capillas entre contrafuertes, vanos pequeños y decoración sobria.

La nave está dividida en cinco tramos con capillas entre contrafuertes y su cabecera está rematada por un ábside poligonal de cinco lados iguales. Todos los tramos de la nave y las capillas laterales están rematados por bóvedas de crucería y con cubierta inclinada a dos aguas en la nave, a tres en el ábside y a un agua en las capillas.



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