CHA reclama que los Presupuestos Generales del Estado para 2017 contemplen partidas presupuestarias para el Castillo de Montearagón

CHA considera necesario que se contemplen partidas presupuestarias suficientes para impulsar la recuperación y puesta en valor como espacio de difusión cultural del castillo de Montearagón. “Hasta la fecha se han puesto continuos parches para atender situaciones de emergencia en el inmueble. Es hora ya de un esfuerzo presupuestario suficiente y continuado en el tiempo, comenzando por la inclusión de las necesarias inversiones públicas en los Presupuestos Generales del Estado para 2017”, afirma Juan Carlos Jiménez Díaz, presidente del Ligallo de Redolada de CHA Hoya de Huesca/Plana de Uesca. 

CHA recuerda que, en ejercicios anteriores, ya se presentaron enmiendas para comenzar proceso de rehabilitación del Castillo de Montearagón, tarea que debe debemos exigir al Gobierno por respeto a la historia, por dignidad con nuestro patrimonio y por su potencial turístico, exigiendo compromisos al actual propietario, Patrimonio del Estado, hasta conseguir su rehabilitación integral, ya que ahora su estado avergüenza. 

Y es que, tal y como se indica en la página oficial del Patrimonio Cultural de Aragón del Gobierno de Aragón, “el Castillo Abadía de Montearagón se localiza en la localidad de Quicena. Fue fundado por Sancho Ramírez en el año 1085 y posteriormente cedido por Pedro I a la orden de San Agustín. Este castillo abadía alcanzó su época de mayor esplendor en el siglo XIV, siendo un importante núcleo económico y político”. De hecho “se trata de un recinto amurallado de gran extensión, flanqueado por torres, de piedra oscura y sillería bien tallada y que tal y como se indica en el estudio titulado “El Castillo Abadía de Montearagón Gestión, investigación, conservación, difusión” , dirigido por Carmen Gómez Urdáñez, doctora en Hª del Arte de la Universidad de Zaragoza, fue mandado construir por el rey Sancho Ramírez para apoyar la ofensiva aragonesa sobre Huesca. Montearagón se concibió desde el principio como un castillo-abadía, análogo al de Loarre, su precedente inmediato. Las obras comenzaron en 1086, y en 1089 el castillo ya era militarmente operativo. 

Finalmente, indicamos que desde CHA se considera necesario que una vez restaurado la gestión turística debería ser del Gobierno Aragón, que, a modo de ejemplo, ha conseguido que en otros lugares que forman parte del patrimonio histórico-artístico aragonés, como el Castillo de Loarre, se superen ya las 100.000 visitas anuales.




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