
24 Abr 90º aniversario del Estatuto de Caspe: memoria, identidad y futuro de Aragón
José Luis Soro Domingo, Portavoz del Grupo Parlamentario Chunta Aragonesista en las Cortes de Aragón
El 23 de abril es una fecha emblemática para Aragón. Más allá de la celebración festiva, esta jornada representa una ocasión propicia para la reafirmación de nuestra identidad política, social y cultural. Se erige, así, en un símbolo de nuestra historia colectiva y en una llamada a la responsabilidad de proyectar nuestro futuro desde la memoria.
Desde CHA concebimos el aragonesismo como una herramienta esencial para la defensa del autogobierno, la justicia social y la preservación de nuestro medioambiente, nuestra cultura y patrimonio.
En un contexto político en el que los derechos territoriales y la financiación para hacerlos efectivos continúan siendo objeto de debate, es necesario recordar que la capacidad de decidir, desde Aragón, sobre nuestras propias políticas educativas, sanitarias y sociales es el fruto de décadas de lucha tenaz y reivindicación constante.
La historia nos demuestra que, cuando Aragón ha tenido la oportunidad de avanzar en su autogobierno, lo ha hecho con responsabilidad y compromiso con los valores democráticos. Sin embargo, también nos recuerda los momentos en los que estas aspiraciones han sido frustradas. Tal es el caso del Estatuto de Caspe de 1936, un hito que merece ser recuperado y reivindicado.
En 2026 se cumplirá el 90º aniversario del Estatuto de Autonomía de Aragón de Caspe, una iniciativa que nació con la voluntad de dotar a nuestro territorio de un marco propio de autogobierno en el contexto de la Segunda República.
Este anteproyecto, resultado del Congreso Autonomista de Caspe, suponía un avance sin precedentes en la historia política aragonesa. Concebía competencias exclusivas en materias clave como educación, justicia, orden público y hacienda propia, reflejando un compromiso firme con la descentralización y la democracia. No obstante, el golpe de Estado de julio de 1936 y el estallido de la Guerra Civil truncaron este intento de autogobierno, relegando a Aragón a décadas de centralismo y marginación institucional durante los cuarenta años de dictadura.
Por ello, consideramos que el 90.º aniversario del Estatuto de Caspe no puede pasar desapercibido. Es fundamental recuperar esta memoria y transmitir su importancia a las nuevas generaciones. Pedimos al Gobierno de Aragón que sea capaz de diseñar un programa conmemorativo para 2026 que incluya actividades culturales, académicas, educativas y sociales.
Nuestra propuesta se articula en torno a una serie de ejes fundamentales que tienen como objetivo impulsar una programación conmemorativa específica con la correspondiente organización de eventos, exposiciones y conferencias que pongan en valor el significado del Estatuto de Caspe y su relevancia histórica.
Del mismo modo, proponemos la incorporación en los contenidos educativos del estudio del Estatuto de Caspe y su contexto, fortaleciendo la identidad aragonesa y el conocimiento de nuestra historia.
Y finalmente, consideramos necesario impulsar el trabajo conjunto del Gobierno de Aragón con los ayuntamientos, las asociaciones culturales y las entidades sociales para garantizar una conmemoración inclusiva y accesible para toda la ciudadanía.
La memoria histórica aragonesa no es un mero ejercicio de nostalgia, sino una herramienta fundamental para construir el porvenir. Como bien dijo el añorado Eloy Fernández Clemente: “Aragón es una manera de ser, de sentir, de vivir y de luchar”.
El 23 de abril no debe ser solo un día de celebración, sino también de reivindicación y compromiso con el autogobierno. Desde CHA reafirmamos nuestra voluntad de seguir defendiendo un Aragón con voz y con voto propio, con capacidad de decidir su futuro, con una identidad que, lejos de ser una evocación del pasado, sea una fuerza transformadora para el presente y el porvenir.
En 2026, al cumplirse 90 años del Estatuto de Caspe, tenemos la oportunidad de recuperar su legado y proyectarlo hacia el futuro. Ahora más que nunca, es el momento de reivindicar el Aragón que queremos y de seguir trabajando para que Aragón sea nuestro hogar y nuestro paisaje.