Atención pediátrica: una urgencia política

Javier Carbó, secretario territorial de CHA en las comarcas turolenses

La situación de la atención pediátrica en municipios como Andorra, Híjar, Muniesa, Mora de Rubielos, Sarrión, Mosqueruela, Cantavieja y Utrillas es alarmante ya que se han quedado sin este servicio público tras el último llamamiento centralizado de contratos temporales realizado por el Servicio Aragonés de Salud, afectando gravemente a la calidad de la atención sanitaria a toda esta población infantil.

Es inadmisible que, en pleno siglo XXI, localidades enteras queden desatendidas en un servicio tan esencial como la pediatría. La falta de pediatras especializados está obligando a médicos de familia a asumir provisionalmente la atención infantil, mientras que los especialistas se desplazan solo de forma esporádica. Esta solución temporal no garantiza una atención continuada y de calidad, generando una profunda preocupación entre las familias de estas localidades. Además, esta situación no solo compromete la salud de los niños y las niñas, sino que también demuestra el abandono continuo hacia las zonas rurales de las comarcas turolenses.

El último llamamiento del Servicio Aragonés de Salud, celebrado a finales de septiembre, dejó sin cubrir cuatro de las ocho plazas de pediatría ofertadas para estas localidades. La falta de personal médico especializado no es un problema nuevo, pero lo que agrava la situación es la aparente falta de medidas eficaces por parte del Gobierno de Aragón para solucionarlo. La situación pone en evidencia las carencias estructurales que afectan al sistema sanitario en las zonas rurales, donde, a pesar de los discursos sobre la igualdad de acceso a los servicios públicos, las acciones políticas son insuficientes.

Hay que buscar soluciones y hemos propuesto la mejora de los incentivos para atraer a profesionales sanitarios a las áreas rurales, tanto en términos de condiciones laborales como de conciliación familiar, algo que ha demostrado ser efectivo en otros territorios.

Además, hemos solicitado como CHA la aprobación de todo un plan integral para la atención pediátrica en las comarcas turolenses. Este plan debe incluir la estabilización de las plantillas, la mejora de infraestructuras y servicios y la promoción de contratos que hagan más atractivas las plazas rurales para este ámbito sanitario. No se trata solo de cubrir plazas temporales, sino de ofrecer una solución a largo plazo que permita que las familias de estas zonas tengan garantizada la misma calidad de atención sanitaria que en las áreas urbanas.

Este abandono no puede continuar. La atención sanitaria en el medio rural no puede depender de parches temporales o soluciones improvisadas. Los niños y niñas de estas localidades merecen una atención pediátrica de calidad y accesible, y es responsabilidad del Gobierno de Aragón garantizar que así sea.

La falta de planificación y de inversión en el sistema sanitario rural refleja un problema más amplio: la marginación histórica que sufren las zonas rurales. No se trata solo de pediatría, sino de garantizar que todos los servicios públicos, especialmente los más esenciales como la salud, lleguen a toda la ciudadanía sin importar dónde vivan.

Es hora de que el Gobierno de Aragón asuma su responsabilidad y ponga en marcha soluciones reales para acabar con esta grave situación. Las comarcas turolenses necesitan y merecen una atención sanitaria pública digna.



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