
25 Jul CHA – Borja exige soluciones urgentes para recuperar la atención médica diaria en la residencia de mayores
Los concejales de Chunta Aragonesista (CHA) en el Ayuntamiento de Borja, Mamen Chamorro y Julio Andía, han denunciado públicamente la situación que están viviendo los residentes de la residencia de mayores de Borja, que desde el pasado mes de abril han dejado de contar con atención médica presencial diaria, una situación que califican de “inadmisible y profundamente injusta”.
Esta denuncia se suma a la iniciativa parlamentaria impulsada por Isabel Lasobras, Secretaria General de CHA y Portavoz en la Comisión de Sanidad de las Cortes de Aragón, en la que se pregunta al Gobierno de Aragón qué medidas urgentes piensa adoptar para garantizar una atención médica digna y continuada en la residencia, así como para aliviar la carga de trabajo de los profesionales del centro de salud de Borja.
“Desde hace meses, nuestros mayores en la residencia han pasado de recibir atención médica diaria, de lunes a viernes, a visitas puntuales de apenas una hora al día. Esto está provocando una clara merma en la calidad asistencial que reciben, en muchos casos personas con alta dependencia o enfermedades crónicas que requieren seguimiento médico presencial”, han explicado Chamorro y Andía.
Ambos han denunciado que “esta medida no solo deteriora la atención a los residentes, sino que además está generando una sobrecarga inasumible para los equipos del centro de salud, que ya trabajan al límite para atender al conjunto de la población”.
De este modo, CHA ha pedido al Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón que actúe “de forma inmediata” y devuelva la atención médica presencial diaria a la residencia, tal como se venía prestando antes de abril. “La atención médica a nuestros mayores debe ser una prioridad en un sistema sanitario público que garantice dignidad, equidad y continuidad asistencial, vivan donde vivan y estén en la situación que estén”, han recalcado.
Desde CHA se advierte de que no se puede seguir dejando de lado a las personas más vulnerables ni sobrecargando a los profesionales de la sanidad pública. “Es una cuestión de humanidad, de justicia social y de buena gestión de los recursos públicos”, concluyen Chamorro y Andía.