
06 May CHA considera un escándalo dedicar 47 millones más para que la ladera de Yesa no se venga abajo
Verónica Villagrasa, Secretaria Territorial de CHA, “denuncia la realidad del recrecimiento de Yesa, sus casi 500 millones de euros despilfarrados, cifra que cuatriplica el presupuesto inicial de 120 millones, el tiempo de ejecución previsto que quintuplica el inicial, y la irresponsabilidad, la cobardía y el sinsentido de quienes desde 2001 están permitiendo que este proyecto se lleve a cabo”.
Que el recrecimiento de Yesa es un “pozo sin fondo” de dinero de todas y todos es algo que nadie puede discutir. Y es que en vez de admitir la realidad ante un proyecto insostenible desde cualquier punto de vista, ya hablemos de economía, seguridad, medio ambiente u ordenación territorial, el Gobierno de España cada cierto tiempo aprueba un nuevo modificado y la “lluvia de millones” el despilfarro y el escándalo prosigue.
Verónica Villagrasa, Secretaria Territorial de CHA-Alto Aragón recuerda que “el recrecimiento de Yesa es de esas obras que pese a venderse como imprescindibles, van pasando los años y no se acaban, ya que las obras comenzaron en 2001 con un plazo de ejecución hasta 2006, y ahora se nos habla de su finalización en 2030, y solo unos de los actores presuntamente beneficiados ha cumplido su objetivo de sobra, las constructoras que llevan a cabo los diferentes modificados, con la esperanza de que algún día sea el último, no tanto porque se finalice el proyecto como porque se descarte definitivamente ante la imposibilidad de asegurar la estabilidad de la ladera al 100 %”.
“Y es que este cuarto modificado que se ha aprobado para ser ejecutado en 36 meses con un coste de 47 millones, busca el objetivo de sostener una ladera que hace muchos años los representantes políticos del Gobierno de España aseguraban que estaba estabilizada”, denuncia Villagrasa.
“¿Por qué hemos de creer ahora, después de tantas mentiras, tanta manipulación, y tanto despilfarro, que con este cuarto modificado se conseguirá la estabilización de la ladera derecha de la presa y se podrá llenar completamente el embalse?”, se pregunta Villagrasa.
“La realidad del recrecimiento de Yesa son los ya casi 500 millones de euros despilfarrados, cifra que cuatriplica el presupuesto inicial de 120 millones, el tiempo de ejecución previsto, que quintuplica el inicial, lo que en obligaría a paralizar las obras de forma inmediata y definitiva, para cesar al director de las obras, para que tuviera lugar la dimisión de todos los responsables políticos que han permitido este sinsentido, y se apostara por el principio de prudencia, la valentía y la racionalidad, frente a la irresponsabilidad, la cobardía, y el sinsentido”, ha concluido Villagrasa.