El silencio cómplice y el ruido del odio: VOX y la criminalización de la solidaridad con Palestina

Isabel Lasobras Pina, Secretaria General de Chunta Aragonesista

En 2025, en una ciudad como Zaragoza, profundamente ligada a la defensa de los derechos humanos y a la tradición de acogida y solidaridad, resulta alarmante presenciar cómo una formación política –VOX- con representación institucional se dedica a alimentar el odio hacia quienes trabajan por la justicia internacional.

La Casa Palestina de Aragón, comprometida desde hace años con la difusión cultural, la memoria histórica y la defensa de los derechos del pueblo palestino, fue reconocida recientemente como Hija Predilecta de Zaragoza, en un gesto de agradecimiento por su labor social y humanitaria. Sin embargo, lo que debería haber sido una muestra de unidad y respeto institucional, se ha convertido en el centro de una campaña de hostigamiento político liderada por VOX.

La respuesta de VOX fue inmediata y profundamente preocupante. No solo se ausentaron del acto de entrega del reconocimiento, sino que, en los días posteriores, protagonizaron un acto de protesta frente a la sede de la Casa Palestina, donde acusaron públicamente a su presidente, Ibrahim Abiat, de “terrorista” y exigieron que fuera declarado persona non grata en la ciudad. Un gesto de provocación deliberada, carente de fundamento, y con una clara intención: criminalizar la solidaridad y sembrar miedo. Igual de preocupante fue cuando la Presidenta de la Mesa de las Cortes de Aragón y los diputados de VOX abandonaron el Parlamento aragonés durante el minuto de silencio en memoria de las víctimas en Gaza/Cisjordania y del atentado de Hamás.

Cabe recordar que la Casa Palestina de Aragón fue galardonado en 2024 con el premio “Aragón Solidario” por la Fundación Chesús Bernal, precisamente por su compromiso con los derechos humanos y su trayectoria en la defensa de la causa palestina desde una perspectiva no violenta y profundamente humanista.

Las acusaciones lanzadas por VOX no solo carecen de pruebas, sino que constituyen un ataque frontal al derecho a la libre expresión, a la dignidad personal y al trabajo legítimo de las organizaciones sociales. Esta no es una acción aislada. Forma parte de una estrategia política reiterada por parte de VOX, basada en la polarización, la provocación y la creación de “enemigos internos” a los que señalar. Hoy es Palestina. Ayer fueron los colectivos migrantes, las entidades feministas o los movimientos LGTBI. Su discurso se basa en la exclusión, en la sospecha y en el miedo, y busca deslegitimar cualquier proyecto que promueva la diversidad, la justicia social o el derecho internacional.

Desde Chunta Aragonesista consideramos que este tipo de actitudes no pueden normalizarse. Es inadmisible que una organización legal, pacífica y reconocida institucionalmente sea acusada de terrorismo sin una sola prueba. Aragón ha sido históricamente una tierra de acogida, de lucha por los derechos y de compromiso con la justicia social. Hoy, más que nunca, es momento de defender esa tradición frente a quienes intentan dinamitarla con discursos excluyentes. Desde CHA reafirmamos nuestro compromiso con la Casa Palestina de Aragón, con su presidente, y con todas las personas y colectivos que, desde la solidaridad, la cultura y el compromiso ético, trabajan por un mundo más justo.

Lo ocurrido en Zaragoza no es solo un ataque contra una entidad concreta. Es un síntoma preocupante del deterioro del debate democrático y del ascenso de discursos autoritarios que utilizan la mentira y el señalamiento como herramientas políticas.

Frente a la provocación, debemos responder con firmeza democrática. Frente al odio, con más convivencia. Y frente a la mentira, con la verdad y la solidaridad. Porque la defensa de Palestina, como la de cualquier pueblo oprimido, no es terrorismo. Es justicia. Y la justicia nunca debería ser criminalizada en una sociedad que aspire a llamarse democrática.



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