
02 May El tercer aviso
Javier Carbó Cabañero, Secretario Territorial de Chunta Aragonesista en las comarcas turolenses
La publicación, el pasado 16 de marzo, del artículo “El tren de la bruja” sacó a la luz la lamentable situación en la que se encuentra el tren turístico de Teruel. Un contexto marcado por la precariedad laboral y la falta de mantenimiento ha provocado que el tren permanezca más tiempo en las cocheras que recorriendo las calles de nuestra ciudad.
Desde entonces, los medios de comunicación han venido reflejando de manera constante este deterioro y a la vista de la actitud del concejal responsable, Carlos Méndez, de seguir dándole algún “muletazo” más a una máquina que ya está “amorcillada en tablas”, no cabe esperar que la polémica desaparezca a corto plazo.
No podemos minusvalorar la importancia de este servicio para la vida cultural y turística de Teruel. El tren turístico es mucho más que un mero medio de transporte: constituye una auténtica ventana abierta al patrimonio histórico y artístico de la ciudad. Su recorrido permite a visitantes y residentes descubrir, de forma cómoda y amena, algunos de los rincones más emblemáticos de Teruel y representa, además, un atractivo clave para el turismo familiar, al facilitar el acceso a nuestra riqueza monumental y dinamizar la economía local.
Sin embargo, su continuidad se halla seriamente comprometida. Mantener y mejorar este servicio exige una apuesta firme y sostenida por parte del ayuntamiento de Teruel, a fin de garantizar que el tren siga siendo un referente dentro de la oferta turística de la ciudad. No podemos seguir exprimiendo una infraestructura cada vez más deteriorada: las consecuencias son ya palpables. Apenas se consiguió reparar una avería grave para ofrecer este servicio durante los festivos de Semana Santa y en la festividad de San Jorge, cuando ya el pasado 27 de abril, el cartel de “Fuera de servicio. Disculpen las molestias” volvió a ocupar su lugar habitual.
Desde Chunta Aragonesista (CHA) reiteramos nuestro compromiso con el futuro del tren turístico de Teruel. No se trata únicamente de mantenerlo en funcionamiento, sino de apostar decididamente por su potenciación y modernización. Esta situación no es nueva: ya en 2022 presentamos una enmienda a los presupuestos municipales solicitando una partida de 70.000 euros para la adquisición de un nuevo tren, moderno, seguro y, además, eléctrico: una propuesta coherente con el objetivo de humanizar el tráfico en nuestra ciudad, haciéndolo menos ruidoso y contaminante. Dicha enmienda fue rechazada. Ahora, tres años después, el actual responsable dice que la cifra era “claramente insuficiente”. Sin embargo, si hubiera existido un mínimo interés, esa cantidad podría haberse ampliado en colaboración con otras fuentes de financiación. Desde entonces, ningún presupuesto municipal —ni el de 2023, ni el de 2024, ni el de 2025— ha contemplado inversión alguna para resolver esta situación.
Resultaría necesario cuantificar el verdadero coste que esta dejadez está acarreando: averías, interrupciones del servicio por falta de personal, horas extraordinarias derivadas de la precariedad laboral, gastos jurídicos… A lo que hay que añadir los perjuicios, incalculables, que una gestión deficiente ocasiona en la imagen pública de la ciudad.
En definitiva, los acontecimientos de estos días nos interpelan a actuar con determinación. Desde CHA exigimos una apuesta decidida por el tren turístico de Teruel, asegurando su renovación y fortaleciendo su papel como motor de la dinamización turística y cultural. No podemos permitir que un elemento que forma parte de la identidad de nuestra ciudad se pierda por desidia.
Es momento de protegerlo, de mejorarlo y de convertirlo en un emblema aún más fuerte de nuestro orgullo turolense.
Carlos, no permitas que llegue un tercer aviso.