Jorge Pueyo considera una victoria de la movilización ciudadana la no autorización de la MAT Valsalada-Laluenga-Isona

El diputado de CHA ha felicitado a la Plataforma Unitaria contra la autopista eléctrica y la ha puesto como ejemplo de defensa del territorio. También ha puesto en valor el trabajo parlamentario que ha realizado en estos últimos años: «Vamos a seguir insistiendo hasta que se archive oficialmente. Esta espada de Damocles sobre nuestras comarcas debe desaparecer cuanto antes»

El diputado de CHA y portavoz de Reto Demográfico del Grupo Plurinacional Sumar en el Congreso, Jorge Pueyo, ha mostrado su satisfacción por que el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, en una respuesta parlamentaria en el Senado, haya reconocido oficialmente que la línea de muy alta tensión Valsalada-Laluenga-Isona no cuenta con autorización. «Hoy es un día muy bonito, en el que por fin la lucha de los pueblos y de los movimientos sociales de la Ribagorza y de todo el Altoaragón ha obtenido una victoria importante».

El diputado aragonesista ha recordado la larga lucha durante décadas contra la conocida como autopista eléctrica que atravesaría varias comarcas aragonesas, aunque fuera cambiando de recorrido y de empresa promotora con los años: «Aquella fue mi primera manifestación a los 3 años». «Enhorabuena a la Plataforma Unitaria contra la Autopista Eléctrica MAT Valsalada-Laluenga-Isona, por su gran esfuerzo movilizador sostenido en el tiempo. Sois un ejemplo de lucha ciudadana en defensa del territorio».

Precisamente ha sido la Plataforma quien ha hecho pública la respuesta del Ministerio en la que se informa de que, puesto que la Generalitat de Catalunya ha emitido informe desfavorable al proyecto y la autorización estaba condicionada a este informe, «las modificaciones al proyecto presentadas por Forestalia no han obtenido la autorización administrativa previa», ni tampoco «la autorización de construcción». Asimismo, Red Eléctrica Española (REE) ha comunicado por escrito al Ministerio que la citada línea de muy alta tensión «tiene los permisos de conexión y acceso a la red caducados», por lo que «está pendiente de archivo».

Jorge Pueyo ha puesto en valor también el trabajo realizado por CHA, no solo apoyando las movilizaciones, sino también a través de las iniciativas parlamentarias que ha presentado como medida de presión al Gobierno de coalición: «Después del Canfranc, la primera proposición no de ley que registré en el Congreso fue para rechazar la autopista eléctrica Valsalada-Isona, en octubre de 2023, y una batería de preguntas. La defensa del territorio frente a macroproyectos como este es una de las líneas fundamentales de mi trabajo como diputado. Por eso, esta victoria sabe tan bien. Es un éxito del trabajo desarrollado por la Plataforma, por los pueblos y por todas las organizaciones que hemos estado apoyando e impulsando, desde Aragón y también desde Cataluña. Hoy estamos de enhorabuena. Pero vamos a seguir insistiendo hasta que se archive oficialmente. Esta espada de Damocles sobre nuestras comarcas debe desaparecer cuanto antes».

La línea de muy alta tensión Valsalada-Laluenga-Isona, a la que se le concedió la autorización administrativa previa el 30 de agosto de 2023, afecta a numerosos municipios de las comarcas aragonesas de Hoya de Huesca/Plana de Uesca, Somontano de Barbastro, Cinca Medio, La Litera/La Llitera y Ribagorza, en la provincia de Huesca, y de la comarca catalana de Pallars Jussà, en la provincia de Lleida. Pretendía construir el parque eólico Kappa, de 42 MW de potencia instalada, y sus infraestructuras de evacuación con un trazado de 287 kilómetros, afectando a los términos municipales de Alcalá de Gurrea, Almudévar, Tardienta, Sangarrén, Huesca, Monflorite-Lascasas, Albero Alto, Argavieso, Alcalá del Obispo, Blecua y Torres, Antillón, Angüés, Pertusa, Barbuñales, Laluenga, Berbegal, Ilche, Castejón del Puente, Monzón, Almunia de San Juan, Azanuy-Alins, Peralta de Calasanz, Benabarre, Tolva, Viacamp y Litera y Puente Montañana (Huesca), y Tremp, Castell de Mur, Gavet de la Conca e Isona i Conca Dellá (Lleida).

Este proyecto había despertado una ola de rechazo en la sociedad y en las instituciones de los territorios afectados. Varios consejos comarcales aragoneses y numerosos ayuntamientos por los que pasaría el trazado de la mencionada Línea de Muy Alta Tensión mostraron su oposición por las afecciones que tendría no solo a nivel medioambiental, sino también sobre la población y el desarrollo económico y social de estas zonas, poniendo en peligro cientos de explotaciones agrarias y, con ellas, el futuro de muchos pueblos, que llevan décadas soportando una enorme carga de infraestructuras energéticas, como embalses que anegaron sus poblaciones y tierras más fértiles, centrales hidroeléctricas y grandes líneas de alta tensión, que han causado gran parte de la despoblación, el envejecimiento poblacional y la pérdida de posibilidades para los habitantes del medio rural.



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