Un curso político en Aragón marcado por la debilidad y la renuncia

Isabel Lasobras Pina, Secretaria General de Chunta Aragonesista

Comienza un nuevo curso político en Aragón, y lo hace bajo la sombra de un Gobierno de Azcón débil, sin presupuestos, paralizado e incapaz de responder a las necesidades reales de la ciudadanía.

La pregunta que hoy debemos plantearnos es clara: ¿qué principios democráticos está dispuesto a entregar Jorge Azcón para aprobar las cuentas de 2026 con Vox? No hablamos de meras cesiones puntuales; hablamos de renuncias profundas, de poner en riesgo derechos y libertades que creíamos intocables en Aragón.

Ya hemos sido testigos de cómo su Ejecutivo ha utilizado a los menores migrantes como arma política. Niños y niñas que llegan buscando protección han sido convertidos en blanco de una campaña de miedo y estigmatización. Esto constituye, sin duda, una vergüenza para Aragón. Y nos preguntamos: si es capaz de actuar de esta manera, ¿qué más estaría dispuesto a ceder para mantenerse en el poder?

La situación es alarmante. No contamos con presupuestos para 2025 y tampoco existe certeza sobre los de 2026. Mientras tanto, las negociaciones a puerta cerrada entre el PP y Vox generan inquietud: ¿qué derechos sociales están dispuestos a sacrificar? ¿Se pondrán en riesgo la Ley de Vivienda y otras normas que garantizan derechos básicos? Aragón no puede permitirse seguir sin rumbo, sin proyecto y sin planificación.

La realidad de los servicios públicos refleja esta falta de liderazgo. En sanidad, la amortización de plazas médicas, los recortes en horarios y días de atención en consultorios y la falta de personal en numerosos centros de salud dejan a la ciudadanía, especialmente en zonas rurales, sin cobertura adecuada, vulnerando el derecho fundamental a la salud. En educación, el curso escolar comienza sin el profesorado necesario, con aulas masificadas y una atención individualizada imposible, comprometiendo la calidad educativa de nuestros niños y niñas. En servicios sociales, lo que debería garantizar igualdad de oportunidades se reduce, dejando a las familias más vulnerables desprotegidas mientras el Gobierno de Aragón prioriza privilegios fiscales para los más acomodados.

En cuanto al territorio, desde el Pirineo al Maestrazgo, del Moncayo a las Cinco Villas, se percibe improvisación en materia de renovables y abandono del medio ambiente.

Las zonas frágiles y estratégicas sufren las consecuencias de la desidia del Ejecutivo aragonés, mientras el paro no baja, la desigualdad crece y los accidentes laborales se disparan. Frente a esta realidad, lo único que ofrece Azcón son anuncios grandilocuentes y propaganda vacía.

Este nuevo curso político debería ser la oportunidad de un giro. Un momento para colocar en la agenda lo que verdaderamente importa: las personas. Desde Chunta Aragonesista nuestro compromiso es firme y claro: defender una sanidad pública fuerte, una educación de calidad que llegue a todos los rincones, un sistema de servicios sociales que proteja a las familias, una financiación justa que garantice el bienestar de la mayoría y un modelo de desarrollo que cuide del territorio y respete el medio ambiente.

El futuro de Aragón no puede construirse desde el odio, la exclusión ni la renuncia. Debe levantarse sobre los pilares de la dignidad, la igualdad y la democracia. Eso es lo que defenderemos este curso político. Eso es lo que necesita Aragón. Y eso es lo que exigiremos frente a un presidente que parece vivir únicamente de su propaganda y su sillón.



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