CHA critica la nueva “ocurrencia” de VOX en materia de cooperación y solidaridad que no oculta su falta de humanidad

Sonia Alastruey, coordinadora de CHA-Uesca, denuncia que “mientras una gran parte de la ciudadanía oscense reclama que nuestro ayuntamiento contribuya a paliar por justicia, las brutales desigualdades que soportan millones de personas, llegando a aportar el 0’7 % del presupuesto municipal, con la llegada de la ultraderecha ha sido cuando se ha manifestado como prioridad su supresión total, con la complicidad del Partido Popular”

La nueva “ocurrencia” del VOX en el consistorio oscense, no puede ocultar la realidad, y es que el consistorio oscense con la Alcaldesa Lorena Orduna y el concejal de Hacienda Ricardo Oliván a la cabeza, dan la espalda a la cooperación y a las organizaciones oscenses que trabajan con las personas que más sufren en el mundo, al recortar la partida para Cooperación y Desarrollo de 100.000 a 6.000 euros, según el portavoz de VOX con el compromiso de eliminación para el siguiente ejercicio.

Desde CHA queremos recordarles que la ciudadanía en general, incluido ediles como ellos, pueden colaborar en todo momento con las oenegés, desgravando una parte de esos importes a la hora de realizar la declaración de la renta, pero para eso no es necesario presentar iniciativas que solo pretenden ocultar la falta de humanidad de la ultraderecha.

Sonia Alastruey, coordinadora de CHA-Uesca quiere recordar que “la Federación Aragonesa de Solidaridad (FAS) pide constantemente a todas las instituciones aportar el 0’7 % del presupuesto, una cifra estandarizada en todo el mundo, cifra que nunca se ha alcanzado por el consistorio oscense y por la mayor parte de las instituciones, y que con la llegada de la ultraderecha ha sido cuando la supresión de cualquier partida para la cooperación internacional se ha manifestado como una prioridad, con la complicidad del Partido Popular”.

“No hay que olvidar que esta propuesta de destinar el 0’7 % del producto nacional bruto cuenta con la ratificación de Cumbres de las Naciones Unidas como la de Río de 1992, y acuerdos concretos como el Pacto de Solidaridad firmado por la ministra Popular Loyola de Palacios en el año 1995, ratificada en la Cumbre de Monterrey en el 2000, y en los Objetivos del Milenio para el 2015, y sobre todo con la demanda de una ciudadanía que reclama que también nuestro ayuntamiento contribuya a paliar por justicia, las brutales desigualdades que soportan millones de personas”, ha concluido Alastruey.



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