CHA-Somontano rechaza el macroproyecto fotovoltaico que afectará a Hoz y Costean, El Grado/Lo Grau, Olvena, Cregenzan y Burceat

Para José Luis Parra, presidente de CHA-Somontano, “no podemos olvidar que la sociedad reclama energía renovable, pero también espacios abiertos, paisajes limpios y parajes de alto valor natural, que por sí mismos ya ofrecen unos servicios ambientales de gran valor y expectativas de desarrollo sostenible, generando economía y empleo, frente al modelo de parques fotovoltaicos, que generan ingresos sobre los terrenos que ocupan, pero provocan el efecto pernicioso de cambio del uso del suelo agrícola por el rentismo que conllevará más despoblación”

El presidente de CHA-Somontano, José Luis Parra, ha trasmitido su oposición rotunda ante el macroproyecto fotovoltaico de la empresa, con domicilio social en Madrid, Avejaruco Solar S.L. que afectará de forma muy negativa a los municipios de Hoz y Costean, El Grado/Lo Grau, Olvena, y Cregenzan y Burceat, pueblos del del municipio de Barbastro.

Este macroproyecto plantea la instalación de 110 hectáreas, y de unas 86.000 placas solares en diversos municipios de Ribagorza y del Somontano de Barbastro.

Para el presidente de CHA-Somontano, “la ejecución de este proyecto acarrearía graves consecuencias para los vecinos y vecinas de estos municipios, con una afección negativa al sector primario evidente, al cambiar el uso del suelo agrícola por el rentismo, especialmente para las familias cuyo único sustento es la agricultura, ya que en las áreas seleccionadas para desarrollar el proyecto hay campos de cultivo, huerta, viñedos, frutales, almendreras y oliveras, a lo que se suma el ganado que pasta en algunas de las tierras que están amenazadas con la instalación de placas solares, y que tiene un papel fundamental en la conservación de nuestros paisajes”.

Parra recuerda que “la saturación de proyectos eólicos y fotovoltaicos que no generan puestos de trabajo en los municipios pero que suponen impactos paisajísticos, y amenazas para nuestro desarrollo socioeconómico van de la mano de la MAT Valsalada-Laluenga-Isona, un proyecto de autopista eléctrica que se ha rechazado desde el territorio pero que sigue suponiendo una grave amenaza para la calidad de vida de los habitantes de los municipios por donde discurrirá su trazado”.

Desde Chunta Aragonesista insistimos en que la energía debería producirse cerca de los principales puntos de consumo, “y es que no podemos caer en los errores del pasado que tanto sufrimiento provocaron en comarcas del Alto Aragón, ni podemos permitir otro proceso de colonización extractiva que pone los territorios con baja densidad de población al servicio de las zonas más pobladas con fines puramente lucrativos de forma incontrolada”, ha afirmado el presidente de CHA-Somontano.

“Y es que la sociedad reclama energía renovable, pero también espacios abiertos, paisajes limpios y parajes de alto valor natural, que por si mismos ya ofrecen unos servicios ambientales de gran valor y expectativas de desarrollo sostenible, generando economía y empleo, frente al modelo de grandes parques eólicos y fotovoltaicos en el mundo rural que pueden generar ingresos sobre los terrenos que ocupan, pero provoca el efecto pernicioso de cambio del uso del suelo agrícola por el rentismo que puede conllevar más despoblación”, ha concluido Parra.



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