31 Oct CHA traslada al Parlamento Europeo la necesidad de impulsar todas las ayudas económicas previstas para este tipo de catástrofes, ante la gravedad de las afecciones de la DANA
Joaquín Palacín, Presidente de CHA: “Nuestra solidaridad y total apoyo a las personas que han sufrido las terribles consecuencias de este fenómeno meteorológico en diferentes zonas del territorio”.
CHA quiere mostrar, públicamente, su total apoyo y solidaridad a quienes han sufrido las consecuencias de este terrible fenómeno meteorológico en distintos lugares, tanto de Aragón como de otros lugares en la península. “Es momento de estar al lado de las personas y con los territorios afectados”, ha indicado Joaquín Palacín, Presidente de CHA.
Ahora se hace ya necesario plantear las vías de ayuda institucional para resarcir del daño económico provocado a las personas afectadas y garantizar la disponibilidad de recursos para la reconstrucción urgente de las infraestructuras dañadas. En este sentido, anunciamos que ya hemos trasladado al equipo del eurodiputado de Compromís, Vicent Marzà, la necesidad de plantear una iniciativa en el Parlamento Europeo recabando de la Comisión Europea la activación para este desastre del denominado “Fondo de Solidaridad de la UE”.
Recordamos que este fondo europeo se encuadra en la Reserva para Solidaridad y Ayudas de Emergencia (SEAR) y sirve para ampliar los recursos destinados a la asistencia a la población, particularmente las medidas médicas, sanitarias y de protección civil, e incluso contribuir a las tareas de reconstrucción. Igualmente se podría plantear una revisión del programa operativo para Aragón, Valencia, Castilla-La Mancha, Andalucía y Cataluña para que los fondos de la política de cohesión de la UE (sobre todo el FEDER y el FSE+) se orienten también a la recuperación posterior, ya con un horizonte más a largo plazo.
Posteriormente, habrá que adoptar también las decisiones políticas oportunas para abordar, con una mayor eficacia, el reto preventivo que suponen este catástrofes naturales, para tratar de evitar que sean tan devastadoras; así como dilucidar igualmente las posibles responsabilidades políticas que puedan derivarse, tanto de las medidas de prevención adoptadas, como de la planificación urbanística, porque, lamentablemente, este tipo de situaciones extremas, fruto del cambio climático, tal y como se nos indica desde el ámbito científico, van a seguir produciéndose.