Cuatro meses y un presupuesto menos

Joaquín Palacín Eltoro, presidente de Chunta Aragonesista

Nos sorprendió Jorge Azcón cuando en su discurso de toma de posesión, allá por el mes de agosto de este mismo año, afirmó que “ya le quedaba un día menos” como Presidente del Gobierno de Aragón. Superados los cuatro meses de su acción de gobierno queremos recordar estas palabras porque queremos que se cumplan cuanto antes.

Los politólogos coinciden en afirmar la imposibilidad de hacer “magia” en los primeros meses de cualquier gobierno nuevo, pero indican que sí pueden servir para conocer y anticipar su agenda de planes y proyectos.

Este primer periodo del Gobierno de Aragón sí podrá ser objeto de estudio, ya que ha roto todos los moldes establecidos, demostrando lo perjudicial que va a ser esta etapa política para la sociedad.

Máxime si está basado, inequívocamente, en el apoyo decidido de quienes no creen en el autogobierno de Aragón, en quienes son negacionistas del cambio climático o de la violencia machista y denuestan nuestras lenguas propias.

Por otra parte, hay evidencias palpables en algo tan subjetivo como el “termómetro del desprestigio” como para afirmar que nunca nadie ha causado tanto daño en tan poco tiempo en la segunda institución de Aragón, la Presidencia de las Cortes.

La pérdida de las formas democráticas ha sido notoria, pero también en el fondo, porque se ha importado, desgraciadamente, el modelo de confrontación permanente y de disputa constante de Isabel Díaz Ayuso a la política aragonesa. Ha venido para quedarse una preocupante, marcada e interesada acción partidista, centrada en todo lo que ocurre en la política de Madrid. Se está priorizando lo de fuera a la resolución de los problemas que sí tenemos en Aragón, como se ha visto en casi todos los debates parlamentarios de nuestras Cortes.

Y la guinda del amargo pastel ha sido hacer coincidir el reciente aniversario de sus primeros cien días de gobierno con el anuncio de los trámites para derogar la Ley de memoria democrática de Aragón.

El 20 de noviembre, “Día Mundial de la Infancia”, y también el “Día Internacional de la Memoria Trans”, lo convirtió este Gobierno de Aragón en la fecha en la que pasamos de lo indigno que supone derogar una norma de reparación y justicia con quienes sufrieron la represión de la dictadura, a lo indignante que es elegir precisamente ese momento para exponer, públicamente, sus intenciones contra esta ley.

Estamos ante un gobierno de Aragón que ha sido capaz de crear problemas donde había soluciones, como con la escuela de Caneto, en una zona del Pirineo aragonés donde se ha consolidado

Un proyecto de revitalización del medio rural que han cerrado. Y donde teníamos un festival cultural, como el Periferias de Huesca, de prestigio, vanguardia y reconocimiento, ahora se justifica su supresión, ni más ni menos, que por parte del vicepresidente primero del Gobierno de Aragón, Alejandro Nolasco, por “motivos ideológicos”.

Y de sus modos, malos, a sus primeros presupuestos para el año 2024, donde ejemplifican lo que es este “conglomerado de derechas” y sus enjuagues en la acción de Gobierno.

Se aprueban políticas fiscales donde solo se favorecen más a los que más tienen, con una reducción de las partidas destinadas a la investigación, a la ciencia, y con una apuesta clara por el modelo de conciertos-privatizaciones en los sistemas públicos más esenciales, como son los sanitarios, los sociales y los educativos. Decisiones que, sin duda, generarán unas mayores desigualdades territoriales en Aragón con un crecimiento de la brecha económica en la sociedad. Sin olvidar los recortes presupuestarios a las políticas de cooperación.

Ante esta situación tenemos el derecho y el deber de constituir una alternativa política aragonesista de progreso, capaz de crear redes de comunicación y encuentro constante con el tejido social, de impulsar nuevas propuestas políticas capaces de dar respuesta, desde la izquierda, a las demandas cotidianas. De hacer, en este periodo de oposición, una crítica con argumentos y datos, frente a la demagogia ubicada en el frontispicio de las derechas. Sólo así, con hechos y razones, seremos capaces de conseguir que esta etapa sea, como lo fueron en su momento los de Santiago Lanzuela y de Luisa Fernanda Rudi al frente del Gobierno de Aragón, de solo una legislatura.



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