De fechas y plazos

Inmersos, como hemos estado en estos últimos días, en los plazos de reflexión con fechas concretas, ahora recuperamos la vuelta a lo cotidiano, a lo nuestro, a lo más cercano, porque no podemos olvidarnos que aquí también hay decisiones políticas marcadas por el tiempo.

No son cinco días, son apenas dos meses los que falta para concluir el curso escolar 23/24, pero todavía el Departamento de Educación, Ciencia y Universidades del Gobierno de Aragón tiene sin resolver algunos de los graves problemas con los que comenzó el curso, allá por el mes de septiembre del año pasado.

Las demandas de las familias del alumnado de las aulas de Rubielos de Mora y de Alcalá de la Selva, pertenecientes al CRA Pórtico de Aragón, son claras y tiene razón desde todos los puntos de vista que queramos analizarlo.

Es inadmisible que, a tan sólo dos meses de que acabe el actual curso escolar, todavía sigan faltando auxiliares de Educación Especial en estas escuelas.

Debemos remarcar que se trata de una cuestión especialmente delicada, donde está en juego la educación de los menores más vulnerables.

De hecho, la propia institución del Justicia de Aragón ya advirtió públicamente, el pasado mes de noviembre de 2023, de la necesidad de contratar a estos profesionales.

El Gobierno de Aragón tendría que haber adoptado cuantas decisiones fueran necesarias para poder solventar, definitivamente, este problema, pero no lo ha hecho.

Ha tenido, como otros, su tiempo de reflexión, pero las personas afectadas siguen reivindicando porque, de momento, no hay solución.

De este modo, hemos trasladado al Grupo Parlamentario de CHA en las Cortes de Aragón toda una serie de iniciativas parlamentarias, a través de la Portavoz en el ámbito educativo, Isabel Lasobras, para conocer cuándo y con qué recursos económicos el Departamento de Educación, Ciencia y Universidades del Gobierno de Aragón va a dar una respuesta, de manera urgente y adecuada, a estas peticiones de las familias afectadas.

Y también, quizá igual de importante, sobre la necesidad de adoptar medidas para que en el próximo curso 24/25 este problema no vuelva a suceder.

Hay que recordar hechos geográficos tan evidentes como que entre Rubielos y Alcalá hay de 32 kilómetros de distancia, por lo que no es posible cubrir adecuadamente, ni en horas, ni en días, este imprescindible servicio público educativo prestado por estos profesionales, ya que tienen que compartirlo entre estas localidades.

Atender esta demanda planteada serviría para contribuir a una mejora en la calidad de la enseñanza en el mundo rural aragonés porque nuestra finalidad es alcanzar una educación con una inclusión auténtica en todo el territorio, se viva en la comarca en la que se viva.

Javier Carbó Cabañero, integrante de la ejecutiva de Chunta Aragonesista (Consello Nacional CHA).

 

 

 

 

 

 

 

 



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