Garantizar derechos laborales

Isabel Lasobras Pina, Secretaria General de Chunta Aragonesista

El 1º de mayo vuelve como una jornada reivindicativa para demandar el cumplimiento y la mejora de todos los derechos laborales. Las decisiones políticas sobre el empleo deben buscar la dignificación del trabajo, situarlo como elemento de integración social y actuar, decididamente, para eliminar la precariedad, limitando las horas extras e impulsando la racionalización de los horarios de trabajo.

La doble crisis económica que seguimos padeciendo ha generado un efecto indeseable de subida generalizada de precios en los productos básicos, afectando, en mayor medida, a quienes menos recursos económicos tienen.

Por este motivo, es preciso que este día sirva para reiterar la exigencia de unas subidas salariales adecuadas que permitan unas condiciones de vida más dignas para quienes trabajan y también para reclamar una garantía de apoyo, desde lo público, a quienes están en desempleo.

Precisamente, hace una semana, se conocía un dato preocupante sobre el aumento de las personas, hasta un 30% de incremento en todo el Estado, que llevan más de dos años buscando trabajo.

Ampliar las vías de protección, mejorar la formación y las vías de información para lograr el acceso a un nuevo empleo, son clave para un colectivo que tiene a mujeres, personas con discapacidad, profesionales con menor cualificación o con edad más avanzada, como los perfiles más afectados por esta lacra.
Igualmente, queremos hacer referencia, en esta línea de asegurar unas condiciones de trabajo digna, al apoyo que mantenemos, como partido político, a la creación de un marco aragonés de negociación colectiva y de relaciones laborales propio.

De hecho, el pasado 23 de abril, diversas organizaciones y colectivos aragonesistas suscribíamos un manifiesto, con motivo del Día de Aragón, donde reclamábamos la necesidad de disponer de ese instrumento .

Y es que queremos decidir desde aquí , para nuestra gente, cómo y en qué condiciones queremos nuestro mercado laboral aragonés. La actual situación, donde dependemos de convenios estatales, no nos sirve si lo que queremos es dar una respuesta más adecuada a nuestra propia realidad socio-económica.

Y en esta línea aragonesista queremos que se produzcan, de una vez, las transferencias a Aragón vinculadas al ámbito del Trabajo, como, por ejemplo, la de los servicios de inspección.
Avanzando hacia la garantía de los derechos aparecen en el horizonte más cercano nuevas banderas a enarbolar, como la jornada laboral de cuatro días, sin la que la misma suponga aumentar la jornada diaria, ni reducciones salarias, con el objetivo de alcanzar las 35 horas semanales.

Y es que consideramos necesario establecer un “nuevo contrato social”, donde prime la corrección de los desequilibrios territoriales y los económicos, así como el papel esencial de una garantía sólida de los servicios públicos básicos que nos permita conseguir un modelo productivo aragonés propio.

Un nuevo sistema donde los productos de proximidad, el impulso a la economía social, el fomento del Empleo Verde, (para fijar población en el territorio), el cumplimiento de la Responsabilidad Social Corporativa, como una estrategia para que las empresas aragonesas tengan en cuenta el factor laboral, social y medio ambiental para un desarrollo sostenible, junto a las enormes posibilidades que ofrece la economía circular, así como la mejora en los planes de investigación e innovación, nos permitan, en su conjunto, disponer de todas estas herramientas básica para afrontar el urgente reto medioambiental que tenemos como sociedad.



Ir al contenido