Jorge Pueyo pide revisar proyectos como el recrecimiento de Yesa ante el nuevo escenario de danas torrenciales

El diputado ha preguntado al Gobierno por la necesidad de revisar este proyecto ante episodios como la DANA del 29 de octubre, que podrían convertir el embalse recrecido en una bomba de gran potencial destructivo

Esta mañana, Jorge Pueyo, diputado de CHA y portavoz adjunto del Grupo Plurinacional Sumar, ha comparecido ante los medios acreditados en el Congreso para reclamar la revisión de la política de grandes infraestructuras hidrológicas a la luz de este nuevo escenario caracterizado por danas torrenciales provocadas por la emergencia climática que vivimos, y en especial el recrecimiento de Yesa, que, ante una DANA como la sufrida el pasado 29 de octubre, podría convertirse en una bomba de gran potencial destructivo. En su intervención, el diputado aragonés ha recogido la propuesta de la Asociación Río Aragón contra el recrecimiento de Yesa, que ha reclamado recientemente que se aborden de forma decidida las causas de la tragedia de Valencia y sobre todo la puesta en marcha de medidas para paliar, si no evitar, algo similar a futuro: «Para ello, es esencial entender que en lo referente al clima y sus derivadas el mundo está cambiando de forma decisiva y que, para este nuevo ciclo histórico, las soluciones que funcionaron en el viejo mundo han quedado obsoletas».

Pueyo ha reseñado la polémica que siempre ha acompañado a este proyecto, que ahora reivindica el presidente de Aragón, repasando «las razones medioambientales, económicas o sociales, pero, sobre todo, el grave problema de seguridad ante los nuevos fenómenos como las DANA, que no hacen sino aumentar el potencial de peligrosidad de forma exponencial».

«En el año 2012 como consecuencia, entre otras razones y según la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), de unas importantes precipitaciones en otoño (las aportaciones llegaron a los 115 l/m2) se tuvieron que desalojar, expropiar y demoler dos urbanizaciones de Yesa. Los causantes fueron los peligrosos deslizamientos que se produjeron en la ladera derecha, que llegaron a levantar la cimentación de la propia presa. Desde entonces, los impulsores de la obra se han gastado casi 100 millones de euros en intentar estabilizar dichas laderas, pero la realidad es que, a fecha de hoy, no han podido garantizar su estabilidad de las mismas. Además, se están planteando el cambio de ubicación y tipo de aliviaderos pues resultaron afectados durante aquellos episodios», ha recordado Pueyo, valorando el despilfarro de este macroproyecto: «Las obras están dilapidando sin avanzar 432 millones, 432 millones de euros tirados a la basura… con los que se podría pagar: dos veces la segunda línea de tranvía en Zaragoza, o 5 hospitales como el de Alcañiz con su equipamiento, o 50 centros de salud como el de Barbastro, o 140 colegios del Gobierno de Aragón».

«Hoy constatamos que las nuevas DANA están aportando datos de precipitaciones de hasta casi 600 l/m2 que dejan cortas las estimaciones que hasta hace pocos años resultaban más o menos fiables. Sin embargo, el recrecimiento de Yesa, que es una obra planteada desde criterios obsoletos pero amparada por la prepotencia ingenieril y los intereses económicos inmediatos de algunos sectores privilegiados, parece continuar su dinámica de patada hacia adelante sin ninguna reflexión sosegada sobre lo peligroso de su implementación real. Y lo que es más importante, planteando los embalses como la alternativa esencial para el control de avenidas, a la par que se desprecian las medidas de recuperación de dominios hidráulicos para el río o la limitación de actividades en zonas de inundación que, a la vista de los hechos, cada día resultarán más frecuentes. Frente al cambio climático y sus consecuencias no vale la articulación de medidas de oposición frontal a base de hormigón, sino adaptar nuestras actividades humanas a los flujos de la naturaleza cambiante. No hay que hacer muchos estudios, aunque los hay, para darse cuenta de que, a fecha de hoy, un embalse de Yesa recrecido y casi lleno, con unas precipitaciones similares a las que se han producido en Valencia y con unos aliviaderos de capacidad limitada que sólo podrían desalojar hasta 1.495 m3/sg como máximo, es una auténtica bomba de relojería que podría activarse con una DANA con efectos devastadores aguas abajo de la presa», ha denunciado el diputado de CHA en el Grupo Plurinacional Sumar.

A continuación, ha explicado las posibles consecuencias de una DANA sobre el embalse recrecido, mostrando gráficos y simulaciones, citando el trabajo de César González Cebollada, doctor en Mecánica de fluidos, ingeniero industrial y Profesor de Hidrología de la Universidad de Zaragoza, que alertaba de que «El rebosamiento por coronación es la causa de rotura más frecuente, y el riesgo de rotura de Yesa es MUY superior a la media». La peor catástrofe sería esa rotura de Yesa, que sería 17 veces superior a la crecida natural, inundando por completo gran parte de municipios de la ribera del Ebro y por supuesto Zaragoza, afectando en concreto a 300.000 habitantes de la ciudad, muchos hasta el tercer piso de los edificios, como se ve en las recreaciones elaboradas por el doctor González Cebollada. Se inundarían: el Actur, el Arrabal, Cogullada, la Jota, Barrio de Jesús, Vadorrey, Picarral, Las Fuentes, las partes bajas de San José, el Centro, todo el Casco Histórico, Tenerías, San Agustín, El Tubo, San Miguel, La Madalena, San Pablo, La Almozara, Torres De San Lamberto… «Si el PSOE y el PP siguen empeñados en recrecer Yesa, esto podría no ser una simulación».

«A orillas del supuesto recrecimiento, en el pueblo de Sigüés, han tenido que construir un muro que rodea el pueblo y cuyo diseño genera incertidumbres más que fundadas y la muerte del propio lugar», ha añadido. «Ahora más que nunca, por prudencia, seguridad y racionalidad exigimos detener el irracional recrecimiento de Yesa, propio de un mundo que ya no existe. Como en tantas cosas del desarrollismo desbocado que están llevando al planeta a una situación insostenible, también en Yesa es imperativo abordar una retirada estratégica a tiempo».

Pueyo ha concluido anunciando las preguntas parlamentarias registradas: «Porque queremos saber si el Gobierno va a revisar su política en relación con el recrecimiento de Yesa ante episodios como la DANA del 29 de octubre, que podrían convertir el embalse recrecido en una bomba de gran potencial destructivo; si considera el Gobierno que ha llegado el momento de revisar la política de grandes infraestructuras hidrológicas a la luz del nuevo escenario, caracterizado por danas torrenciales provocadas por la emergencia climática que vivimos; y si no considera el Gobierno que la apuesta por un desarrollo sostenible en el planeta debe incluir medidas de retirada estratégica en proyectos obsoletos como el recrecimiento de Yesa. Queremos saber. Y a partir de las respuestas del Gobierno prepararemos nuevas iniciativas».



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