Justicia Financiera para Aragón

Joaquín Palacin, presidente de Chunta Aragonesista

Como señaló certeramente el economista Joseph Stiglitz, “la justicia social se mide por cómo se trata a quienes son más vulnerables”.

Aplicado al ámbito territorial, esto implica que un sistema de financiación justo debe reconocer las diferentes realidades y adaptar los recursos económicos disponibles a las necesidades específicas de cada lugar.

Aragón, con su dispersión poblacional, su envejecimiento y su extensión territorial, es un claro ejemplo de cómo el modelo actual de financiación , vigente desde 2009, no responde a lo que necesitamos.

En el contexto actual, donde se ha reabierto el debate de la financiación autonómica, resulta necesario exigir al Gobierno de España que sea consecuente con su responsabilidad política, porque desde CHA consideramos que no es posible que solamente un territorio pueda verse beneficiado por los cambios en el sistema de financiación. Es injusto. Aragón también lo ha pedido, en innumerables ocasiones, y lo tenemos reconocido en nuestro propio Estatuto. No debemos ver como otra vez, en otra reforma del sistema de financiación, se nos excluye y se nos deja entre territorios con un sistema de concierto propio.

Es más, no debemos olvidar que el Estatuto de Autonomía de Aragón, en su artículo 108, contempla la posibilidad de establecer un sistema bilateral propio de relación con el Estado para una financiación ajustada a nuestras necesidades: “La Administración General del Estado y la Comunidad Autónoma de Aragón suscribirán un acuerdo bilateral que se formalizará en Comisión Mixta y podrá ser revisado periódicamente de forma conjunta, deberá tener en cuenta el esfuerzo fiscal de Aragón y atenderá singularmente los criterios de corresponsabilidad fiscal y solidaridad interterritorial”.

En cualquier caso, Aragón no debe renunciar nunca a sus derechos históricos, ni a la aspiración de contar con una Hacienda propia que nos permita gestionar nuestros recursos con autonomía. Es hora de que el gobierno de España reconozca la especificidad de Aragón y de otros territorios que, por sus características demográficas y geográficas, requieren de un trato diferenciado.

En este punto es imprescindible destacar la incoherencia histórica del Partido Popular (PP) y también de otros partidos a la izquierda, al respaldar el sistema de concierto vasco y navarro mientras desatiende los derechos que otros territorios, que como Aragón, también tienen reconocidos en sus Estatutos de Autonomía.

Sin embargo, el PP la ignora, omite, esconde, y nunca ha hecho nada por impulsar este acuerdo, incluso en sus años de mayoría absoluta. Esta omisión no puede interpretarse sino como una decisión deliberada de mantener a Aragón en una situación de dependencia financiera, con un sistema que no atiende las necesidades reales de nuestro país.

Se debe impulsar ya un cambio global que incorpore las recomendaciones del reciente informe de expertos del gobierno de España que subrayan el coste añadido que supone prestar los servicios públicos en territorios extensos, poco poblados y con altas tasas de envejecimiento.

La urgencia de abordar esta cuestión no puede ser subestimada. La igualdad entre los territorio se logrará reconociendo la diversidad existente y adaptando las políticas a las realidades particulares de cada lugar. El PSOE , el partido popular y el resto de fuerzas políticas deben entender que Aragón no puede seguir siendo una tierra olvidada en las reformas del sistema de financiación autonómica.

Es hora, independientemente de la fuerza política que ocupe el poder, que se actúe con coherencia y justicia, olvidando intereses partidistas con el objetivo de asegurar que Aragón tenga los medios y recursos económicos necesarios para ofrecer los servicios públicos que se merecen y se necesitan, las infraestructuras que se precisan y el apoyo decidido al tejido productivo aragonés , imprescindible para abordar los enormes retos del futuro más próximo, como la propia sostenibilidad de la economía y cómo afrontar las consecuencias del cambio climático.

Como dijo John Maynard Keynes, “la dificultad no reside en las ideas nuevas, sino en escapar de las antiguas”. Es momento de que Aragón escape de un modelo caduco y avance hacia un futuro más justo y equilibrado.



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