La comarca del Matarraña/Matarranya también necesita de un apoyo urgente para superar los daños causados por la dana

Javier Carbó, secretario territorial de Chunta Aragonesista en las comarcas turolenses

El pasado 10 de noviembre tuve la ocasión, junto a otras compañeras y compañeros de CHA, de visitar, directamente, la comarca del Matarraña/Matarranya y conocer las afecciones provocadas por la dana.

El sector agrícola de esta zona, por ejemplo, se enfrenta una situación crítica, ya que los destrozos en los sistemas de riego y las acequias han interrumpido el transporte de agua y dejado los cultivos expuestos a pérdidas masivas. La obstrucción de desagües y roturas de tuberías son unas amenazas reales a la economía agrícola, en la que tantas familias del Matarraña encuentran su sustento. Es tan necesario como urgente que las administraciones públicas prioricen la reparación de todas estas infraestructuras y destinar nuestros esfuerzos para que se habiliten los suficientes fondos económicos que aseguren su reconstrucción.

Igualmente, está en grave estado la Vía Verde, la cual, en sus 35 kilómetros desde Valjunquera hasta Lledó, ha sufrido importantes desprendimientos y daños en el pavimento. Esta infraestructura, crucial para el turismo rural, es ahora impracticable. Se debe garantizar su reparación inmediata y priorizar las actuaciones en esta vía, por su impacto económico en el ámbito turístico, así como en los caminos y accesos dañados.

Además de la Vía Verde, numerosos caminos y vías de acceso que conectan a los residentes de Valderrobres, Beceite, y Mazaleón con sus servicios básicos y lugares de trabajo se encuentran intransitables o en condiciones de alto riesgo. En el caso de los accesos a los Puertos de Beceite, el estado de las vías complica incluso los trabajos preventivos de incendios en el monte, lo que añade un factor de riesgo a futuro.

La magnitud de los destrozos requiere más que recursos locales. En respuesta, los ayuntamientos y personas afectadas de la zona han solicitado apoyo a otros instituciones públicas para obtener la maquinaria y los medios necesarios que permitan acometer estas reparaciones de emergencia.

Esta devastación requiere habilitar fondos extraordinarios de emergencia y establecer ayudas directas para las familias y para el sector agrícola afectado.

Hay que restaurar el suministro de agua potable y la seguridad de los accesos para los habitantes del Matarraña, además de asegurar que el turismo y la agricultura, motores de esta comarca, reciban el apoyo necesario.

Sin olvidar que todas estas decisiones políticas urgentes deben contar también con otras medidas destinada a paliar los efectos del cambio climático, tanto en la ordenación del territorio como en la planificación urbanística, porque , lamentablemente, estos episodios, según indica la comunidad científica, serán más frecuentes e intensos en comparación a lo que hemos tenido hasta la fecha.



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