La movilidad como derecho

La movilidad debe ser un derecho básico y de carácter universal, dado que facilita el acceso a otros derechos esenciales.

La disponibilidad de fórmulas de movilidad accesibles, económicas y diversificadas —sin olvidar la movilidad activa— es una condición previa para multiplicar y mejorar las opciones de acceso al lugar de trabajo, a la vivienda, a los centros educativos y sanitarios, a los servicios comerciales, al ocio, a la cultura, al disfrute del tiempo libre y a la práctica del deporte.

Al mismo tiempo, dada la situación de emergencia climática, la movilidad tiene que ser en todo momento sostenible y los sectores de transporte y de movilidad deben alcanzar la neutralidad climática antes de 2050 y, en todo caso, en el menor plazo posible.

No olvidemos que la Estrategia de Movilidad Sostenible e Inteligente, que forma parte del Pacto Verde Europeo, tiene como objetivo garantizar una transición ecológica justa que priorice la descarbonización del transporte.

Para ello, es fundamental un cambio de paradigma que rompa con la mirada casi monopolística del vehículo privado y en el que gane cuota modal el transporte colectivo, particularmente el ferrocarril, y los traslados a pie y en bicicleta.

Para cumplir dicho objetivo es fundamental que las Administraciones Públicas, en su conjunto, prioricen la movilidad sostenible cotidiana de la mayoría social.

Para que la transición ecosocial funcione democráticamente debe ser justa, pero también debe apostar por la calidad de vida.

De esta ideal global, tenemos que pasar a las propuestas concretas que desarrollen las estrategias de movilidad.

Por este motivo, desde CHA consideramos que en la agenda política debe figurar como una prioridad política continuar con la reclamación de la modernización completa y electrificación de la línea ferroviaria Sagunto-Teruel-Zaragoza.

Es un auténtico eje vertebrador, norte-sur en Aragón, tanto para mercancías como para transporte de personas, que comunicaría el Mediterráneo directamente con el corazón de Europa, pasando por nuestras comarcas turolenses.

Igualmente este eje también debe servirnos para impulsar otro modelo de red, una que, en forma de malla, permita vertebrar el territorio, alejada del paradigma centralista del “todo nace, pasa o muere en Madrid”. De ahí la oportunidad que también tenemos en Teruel con el eje ferroviario “Cantábrico-Mediterráneo”

Tenemos, por tanto, un doble objetivo prioritario, centremos ahí nuestros esfuerzos políticos.

 

Javier Carbó Cabañero, integrante de la ejecutiva de Chunta Aragonesista (consello nacional CHA).

 

 

 

 



Ir al contenido