Variantes para el futuro

Javier Carbó, Secretario Territorial de Chunta Aragonesista en las comarcas turolenses

Las infraestructuras viarias son, sin duda, el esqueleto que sostiene el desarrollo de nuestros territorios.

Siempre estamos insistiendo en los grandes ejes vertebradores para las comarcas turolenses que nos conectan con otros territorios, como la A-68, o la unión, a través de la A-25, entre Monreal del Campo con Alcolea del Pinar, por ejemplo, pero también es necesario recordar que hay infraestructuras carreteras de competencia autonómica, de menor coste económico y de menos plazo temporal en ejecución, que son igualmente necesarias y debemos prestarles la atención que se merecen.

En el caso de la carretera A-1510, en el tramo que conecta la N-420 desde Perales del Alfambra con la N-211, esta afirmación adquiere un carácter urgente y necesario. La variante de Portalrubio en Pancrudo, comprendida entre los puntos kilométricos 23+100 y 25+792 , es una demanda que lleva años sobre la mesa y cuya falta de ejecución supone no solo una injusticia para los habitantes de la comarca, también una barrera para su desarrollo socioeconómico.

El Gobierno de Aragón ha reconocido que el proyecto de acondicionamiento está redactado y aprobado. Sin embargo, la falta de recursos humanos y materiales ha paralizado su ejecución. No es lógico ni justo que una infraestructura con proyecto aprobado quede postergada.

La falta de intervención supone un trabajo considerable para la conexión eficiente entre municipios. Las carreteras en buen estado no son solo una comodidad y seguridad, son una necesidad para garantizar el acceso a servicios básicos como la educación, la sanidad y el comercio. Sin una infraestructura adecuada, se dificulta el día a día de quienes viven en estos pueblos, pero también se limitan las oportunidades para atraer inversiones y fijar población. La variante de Portalrubio no es simplemente una carretera; es una puerta abierta más al desarrollo y a un futuro mejor para la comarca.

El despoblamiento rural es una de las grandes preocupaciones de Aragón. Las administraciones públicas, en sus discursos, claman, una y otra vez, por medidas que frenen esta sangría demográfica. Sin embargo, estas palabras deben traducirse en hechos. Esta variante carretera es un ejemplo claro de cómo una infraestructura necesaria y aprobada podría contribuir a frenar el éxodo rural y mejorar las condiciones de vida de quienes luchan por quedarse en sus pueblos.

Por todo lo expuesto, es necesario que el Gobierno de Aragón dé un paso al frente y ejecute el proyecto de acondicionamiento de la A-1510 con carácter urgente.

Este proyecto no puede seguir siendo una promesa incumplida. No se trata únicamente de una obra pública más; es una necesidad ya vital para mejorar la conectividad y el bienestar de una comarca que reclama justicia y atención.

Los vecinos y vecinas de los municipios beneficiados por esta actuación no pueden permitirse más espera, y Aragón no puede permitirse darles la espalda. Es hora de actuar. La carretera A-1510 necesita su variante. Debemos contribuir a las posibilidades de futuro de toda una comarca.



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